miércoles, 8 de julio de 2009

Eructa que algo queda



Vimos ayer como la chiqueta mayor del Ayuntamiento de Valencia eructaba su bazofia que alimenta a los suyos. Vimos como admitía que los trajes del negro no se los paga su mujer, sino los amiguetes esos del “te quiero un huevo” que por supuesto hacen regalos desinteresados y que todo su patrimonio de bigotes y correas lo han conseguido honradamente (porque la camorra no sabe otra forma de conseguir dinero, que no sea la honrada. Otra cosa es que conozcan el significado de la palabra honradez).
Ya se porque Pedro Castro decía aquello de que los que votaban al PPITO eran “tontos de los cojones”. Porque hace falta ser estúpido para comer de la mierda que vomitan. En esta huída hacia delante que han emprendido, (no se si les quitan los brotes verdes de marihuana al Gobierno pa fumárselos ellos o es que simplemente están todo el día con el delirium tremens, que por otra parte es su estado natural entre tanta comilona, tanto vino y tanto copazo) son capaces de inventar que los trajes los ha pillado en Cáritas.
Lo peor de todo es que, tanto ellos como los agnósticos del socialismo, inciden en los trajes, cuando éstos son únicamente el humo blanquecino que queda en la hoguera de los favores, contraprestaciones, amaños y otras lindezas de los gobiernos pepitorios por los municipios y autonomías de la piel de toro.
Los trajes, sólo son el orujo de la copiosa comida. Otra cosa es que, al igual que a Al Capone sólo se le pudo enjaular por delitos fiscales, a este otro camorrista se le acabe cogiendo por los escrotos de unos trajes de a seis mil euros la pieza.
Ellos están seguros de que saldrá indemne o como mucho con una apequeña multa que el tiempo y sus borregos acabarán por hacérnoslo olvidar…
… y seguirán trincando por los siglos de los siglos, amen.