jueves, 9 de julio de 2009

PAZ INSOCIAL


Estos días, empresarios y sindicatos andan negociando la paz social. Parece que las posturas están muy lejanas porque uno de los negociadores es sordo, mudo y está más ciego que Miguel Durán.
No sé porque le llaman negociación cuando quieren decir sometimiento. La patronal no quiere negociar, quiere que los sindicatos sean comparsas de esta nueva política ácrata que nos quiere tener de nuevo en la edad media. Lo que la patronal quiere es apartar para siempre los derechos conseguidos en los últimos ciento cincuenta años y volver al sistema de siervos y señores. “Yo te doy trabajo, y debes de estar agradecido por ello. El patrón lo hace por tu bien y si no te paga más es porque no puede”. La propuesta del contrato de crisis es una absoluta quebrantación del derecho del trabajador a ser despedido por una causa justa e indemnizado si no es así. La propuesta de contribución a la Seguridad Social en un 20% menos, un atentado a la caja única y a los trabajadores.
No se por qué estos sinvergüenzas, si tan mal las están pasando, viven en pisos de un mínimo de quinientos metros cuadrados en el Barrio de Salamanca, conducen Mercedes de a sesenta mil euros la pieza, y se dan homenajes en el arte del buen yantar de a trescientos euros el plato. Siempre han dicho que ellos exponen su dinero y que por eso deben ganar un mil por cien más que sus trabajadores. Este “crash” ha demostrado que no exponen absolutamente nada. El fulano este de Martinsa-Fadesa, ¿está arruinado?, ¿se ha vuelto pobre después de quebrar su empresa?. Aquí quienes más arriesgan son los trabajadores que, en la mayor parte de los casos, se dejan la piel por un salario de mierda y si la empresa quiebra se quedan con una mano delante y otra detrás.
Este parón capitalista, ha demostrado que los quebradores de empresas se hacen con indemnizaciones millonarias, pasas la crisis en las Bahamas y vuelven para quebrar más compañías (dentro de unos años) y con contratos nuevamente millonarios. Los trabajadores en cambio, acuden al subsidio del paro y al amparo social.





… y es que sólo nos quedan ya las barricadas…