miércoles, 14 de octubre de 2009

¿Se acabó la diversión?

Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar…

Al contrario que en la canción no paran. La confusión, el arma con el que han jugado a lo largo de los años, se ha instalado en la 13 Rue del Percebe cual niebla que todo lo cubre.
No sabemos si el megapijo que quiso ser yerno de Don Fabrone tiene un as (o siete) escondido en su manga de prestidigitador malavado. No sabemos si el megapijo es el guardián del hilo que deshilacha la manta. No sabemos si el megapijo es el puto sherif de la barraca o está jugando al Póker descubierto. No sabemos quién es quién en la correa de transmisión de la mafia. Lo único que sabemos es que a estas horas, el megapijo del alma de Don Fabrone aún no le han dimitido y que el negro2 le ha tirado las tejas del seminario al silbante en esta partida de mus en que se ha convertido las correas alemanas.

Y para desengrasar, os dejo que atisbéis una publicidad muy caxonda que pusieron en mi coche el viernes. No tiene desperdicio ni comentario alguno.