jueves, 11 de marzo de 2010

Los TDLC, ¿entiénden algo de lo que leen?

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Leo el siguiente comentario en el blog de Escolar (Padre)



MIERDA HISTORICA SOCIALISTA O COMO ENTENDER QUE TENGAN GANAS DE VENGANZA.

Ahí va el artículo de un hombre que sí sabe lo que le ocurre a este maldito país, leedlo, no formeis parte de la masa de borregos incultos que tanto gusta a la progresía para impedir que seamos libres:

Parte de la entrevista a Arturo Pérez Reverte con motivo de la publicación de su último libro "El Asedio".

Mi memoria histórica tiene tres mil años, ¿sabes?, y el problema es que la memoria histórica analfabeta es muy peligrosa. Porque contemplar el conflicto del año 36 al 39 y la represión posterior como un elemento aislado, como un periodo concreto y estanco respecto al resto de nuestra historia, es un error, porque el cainismo del español sólo se entiende en un contexto muy amplio. Del año 36 al 39 y la represión posterior sólo se explican con el Cid, con los Reyes Católicos, con la conquista de América, con Cádiz...

Separar eso, atribuir los males de un periodo a cuatro fascistas y dos generales es desvincular la explicación y hacerla imposible. Que un político analfabeto, sea del partido que sea, que no ha leído un libro en su vida, me hable de memoria histórica porque le contó su abuelo algo, no me vale para nada. Yo quiero a alguien culto que me diga que el 36 se explica en Asturias, y se explica en la I República, y se explica en el liberalismo y en el conservadurismo del XIX... Porque el español es históricamente un hijo de puta, ¿comprendes?

- Hombre, Arturo...

- Sí, el español es históricamente un hijo de puta, pero para comprenderlo, para aceptarlo, para quererlo, con lo bueno y lo malo -ahí está también su generosidad, su capacidad de olvidar y de perdonar, de empezar de nuevo- hace falta conocer sus tres mil años de desarrollo y no un pequeño periodo en el cual por sí solo no explica nada.... Me parece muy bien la Ley de Memoria Histórica, pero necesita tener una letra pequeña, un apéndice que la contextualice... Yo soy de Cartagena, y en Cartagena, que era zona roja, hubo de todo, hubo represión brutal de los milicianos y represión brutal de los falangistas. Y a mí, cuando era pequeño, me contaron las dos represiones, las dos; por eso, hablar de unos buenos y otros malos a estas alturas... Cualquiera que haya leído historia de España sabe que aquí todos hemos sido igual de hijos de puta, TODOS.

"¡No me cuentes historias!"

- No sé si sólo es cuestión de incultura...

- Si este país no fuese un país analfabeto, cuando a la gente le dicen: estos son los buenos y estos los malos, diría, ¡no me cuentes historias, que yo sé muy bien de qué estamos hablando, que yo he leído, que sé que no, que sé que los carlistas, y sé que los isabelinos, y sé que Fernando VII y sé que la Constitución, y sé que los nacionales, y los rojos, y sé que los socialistas, y sé que los comunistas... Que yo sé! El problema es que España es un país inculto, España es un país gozosamente inculto, es un país deliberadamente inculto, que disfruta siendo inculto, que hace ya mucho tiempo que alardea de ser inculto, y con gente así, esa Ley de Memoria Histórica es ponerle una pistola en la mano. No estamos preparados para leyes como ésas.

"¿Sabes realmente cuál es mi lamento histórico? Es que aquí nos faltó una guillotina al final del siglo XVIII. El problema de España, a diferencia de Francia, es que no hubo una guillotina en la Puerta del Sol que le picara el billete a los curas, a los reyes, a los obispos y a los aristócratas... y al que no quisiera ser libre le obligara a ser libre a la fuerza. Nos faltó eso, pasar por la cuchilla a media España para hacer libre a la otra media. Eso lo hemos hecho luego, hemos fusilado tarde y mal, y no ha servido de nada. El momento histórico era ése, el final del XVIII. Las cabezas de Carlos IV y de Fernando VII en un cesto, y de paso las de algunos obispos y unos cuantos más, habrían cambiado mucho, y para bien, la Historia de España. Nadie lo hizo, perdimos la ocasión, y aquí seguimos todavía, arrastrando ese lastre que nos dejaron aquellos que sobrevivieron y que no tenían que haber sobrevivido".




Como véis la inteligencia de este ser que firma el comentario llamado La Reina de Ramsés, es totalmente nula.

* Primero: Lo que este buen escritor, pero bastante egocéntrico, populistas de cantina de pueblo y de mal carácter, básicamente dice es que, si a finales del siglo XVIII los españoles hubieran realizado una revolución como la que se hizo en Francia, aniquilando a los reyes inútiles y absolutistas y a todo el clero y corte celestial que a su alrededor deambulaba, ni hubiera habido guerra en el 36, ni dictadura de Primo de Rivera, ni Franco ni ahora La Rancia, el Hazmellorar de España o el insufrible Insufrible.

* Segundo: Poner como ejemplo las palabras de este prepotente escritor para coroborar la política trincofascista es de un loco, un estúpido, un idiota o las tres cosas a la vez.

Yo soy un admirador de la Obra de Pérez Reverte y defensor a ultranza de sus novelas (de las que he leído casi todas). Su prosa sencilla y su forma de escribir sin circunloquios insufribles que no conducen a nada dentro de la trama es de agradecer. La sencillez y claridad de las tramas ayudan a que los poco iniciados lean y que se enamoren de la lectura.
Dicho esto, Pérez Reverte desde que colgó el micrófono, el chaleco y el bloc de notas, o ha cambiado mucho o nos tenía engañados. Muchos odiamos, no que la gente cambie, sino que reniege de su pasado. Es lo que más odio de Ramonc1n y también de Pérez Reverte. Y otra cosa que no soporto Pérez Reverte es la facilidad con la que escribe sermones de cantina contra la política y los políticos a los que tacha de vividores, de incultos, de iletrados y de analfabetos. Y hombre, el escribe novelas que gustan, de mala calidad según los críticos más sesudos, pero hay otra mucha gente a la que nos gusta leer, escribir y que no hemos tenido la suerte de que TVE nos contrate como mercenario informativo para hacer dinero y fama y podernos dedicar a nuestra pasión: la escritura.

A pesar de todo, estoy de acuerdo en lo de la revolución. En España los señores de la edad media se han convertido ahora en los señoritos, en los liberales y en los que gustan del trinque y de la política para beneficio propio. De todas formas, no han cambiado nada. En la edad media, se valían de los reyes para requisar tierras y dinero y ahora se valen de los gobiernos para adjudicar a los suyos obras públicas y contratos varios.

Nunca osaría comparme con el señor Pérez Reverte, pero dice el refrán que "dime de lo que presumes y te diré de lo que careces" y a Pérez Reverte le sobra mucha soberbia.

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