martes, 7 de septiembre de 2010

El sapo que quiso ser héroe.

Comenzaba el mes de agosto de 2008 y a la normal falta de noticias veraniegas, se oponía una que quemaba todos los teletipos de periódicos, radios y televisiones: un profesor madrileño estaba en coma tras un brutal puñetazo que le había propinado un maltratador que estaba discutiendo con su novia. Casi nadie conocía al citado personaje y a todos nos dio pena lo sucedido y muchos calificaron de héroe la actuación del citado profesor.
Todos pudimos ver la agresión por televisión al ser captada por las cámaras de seguridad de un hotel cercano. Y le hicimos más héroe porque el profesor se debatía entre la vida y la muerte. Un tiempo después el héroe salió del coma y empezó a recuperarse. Todos nos alegramos.
Y la Rancia, consecuente con la política del humo y la propaganda le nombró presidente del Consejo Asesor del Observatorio Regional contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid (un cargo rimbombante para el que según las mujeres maltratadas, este individuo no estaba ni a la altura ni tenía la sensibilidad para ejercerlo).

A partir de aquí, muchos supimos más sobre el héroe que resultó ser un sapo rugoso, fascista y bastante asqueroso. Empezó queriendo una pistola (podemos imaginar para que) y reivindicando el derecho a llevarla siempre consigo (como en las Astados Unidos) y continuó paseándose por los platós de las TV más carcas y fascistoides insultando al Presidente del Gobierno y a sus hijas y al negro-blanco Obama.

Aprovechando el tirón del circo mediático para el que era muy solicitado por los canales del fascista Ariza y similares, escribió un panfleto con tapas duras que llamó libro y en el que se explayaba en posiciones claramente FAEScistas, diciendo que en España no hay democracia y que la Constitución es una anormalidad antidemocrática porque se confeccionó en secreto y no hubo ponente. También decía cosas tan asquerosamente fascistas como que "el sustrato de violencia y terror" forma parte de las "entrañas mismas del socialismo" . También dijo públicamente sentir asco de España y estar avergonzado de ser español al enterarse de que su agresor salía en libertad condiconal.

Ahora ha llegado la gota que colma el vaso. Conducción temeraria bajo los efectos del alcohol (0,87 miligramos de alcohol por aire espirado cuando el máximo permitido es 0,25 miligramos) por lo que ha sido sancionado con 1800 euros de multa y diez meses sin permiso de conducir. Y lo que es peor, negación del delito, intento de confundirlo con los efectos de un medicamento y chulería a raudales para no pedir perdón ni por su actuación, ni por nada.

Como siempre sucede, la Rancia no ha tardado ni un día en cepillarse el puesto y todo el Consejo Asesor alegando ajustes presupuestarios. Las razones son otras: mala publicidad y poco humo para el desgobierno de la CAM.

Un villano, héroe por casualidad, al que el tiempo y sus aptitudes y actitudes han convertido en un sapo virulento del que todos huyen como de la peste. ¿La perrera mediática seguirá paseando sus estupideces verborreicas por los platós de TV?