viernes, 22 de octubre de 2010

De machistas, bobos y alcaldes de "Fachadolid"

¿Porqué todo el mundo se mete con Leire Pajín? De todas las personas que tengo a mí alrededor, ni una sola habla bien de Doña Leire. Cuando les preguntas, hablan vagamente de sus motivos: “porque es una jilipollas”, “porque no dice más que bobadas” “porque me han dicho que cobra tres sueldos”. Ni uno sólo sabe dar una explicación mínimamente coherente sobre las razones por las que Doña Leire les cae mal.

A mí que no me cae ni bien, ni mal, porque no tengo datos suficientes para juzgarla, me parece que la mayor parte de sus críticas están basadas en su físico. Y eso es una pena y demuestra una gran maldad entre los españoles. Yo imagino que si Doña Leire midiera 1’80, fuera extremadamente esbelta, con ojos azules y rubia, aunque fuera “tonta del culo” a la gente le caería bien. Y eso aun me da más pena y me preocupa más.

La sociedad española es aun bastante machista, donde al casposo y maldecuado de turno, como el alcalde de “Fachadolid”, se le ríen las gracietas sexistas y dónde el que insulta más ingeniosamente a las mujeres es aupado a la categoría de ídolo nacional. Nos gustan personajes como Torrente o como aquel que hacía Alfredo Landa en una serie titulada “Lleno por favor” dónde el protagonista era un personaje rancio, machista y fascista. Nos pretenden hacer reír con temas que no tienen ni puñetera gracia.

Que un casposo fascista como el alcalde de Valladolid, enredado en escándalos municipales como la concesión de una vivienda social a su hijo, aun no reuniendo los requisitos mínimos (según la demanda), tenga día si y día también salidas de tono y comentarios maleducados, fascistoides y machistas como el de ayer, o como cuando dijo que iba a limpiar “Fachadolid” de las tres “Ps” (Putas, piojos y pulgas), o como cuando parapetado detrás de su escolta, se encaró con un joven que le increpaba y le dijo “ven paca, ven paca, …hijo de puta”, demuestra la falta que hace un Ministerio de Igualdad que vele por que estos artistas del fascisteo acaben marginados.

Que un cargo político de primer nivel haga insinuaciones lascivas de una Ministra y que no pase absolutamente nada, dice mucho de este pueblo abotagado, dónde uno puede robar, amedrentar, cohechar, prevaricar y otras tantas acciones de verbos acabados en “ar”, si es político, pero si robas una gallina para comer, eres un peligroso delincuente al que hay que apartar de la sociedad. Dice mucho de un país dónde los sinvergüenzas vendedores de humo siguen ganando elecciones aunque estén implicados en correas, escuchas, guateques, recalificaciones, contratos de basura y cincuenta mil cosas más.

Habitualmente acabo mis intervenciones en blogs como los de Manolo Saco o Nacho escolar con “Salud, república y más escuelas” y hoy quiero dejar constancia de la importancia de las escuelas y de la educación. La educación para ver a las personas como son, inteligentes o lerdas, guapas o feas, valiosas o inútiles, sin importar la imagen de cada uno. Educación para darse cuenta que una mujer y un hombre son igual de listos o de tontos. Educación para defenestrar a maltratadotes y machistas. Educación para no reír las gracietas del bobo de turno, aunque este sea alcalde de Valladolid.
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Imagen: Fotomontaje
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