jueves, 28 de octubre de 2010

Los arramplavotos

Una nueva ofensiva contra el estado actual, se está cociendo en la 13 Rue del Trinque. De la mano de “I am Emilio Botín, Cherman of Banco Santander “, intentan ahora que el pueblo de “Andreítas” , júrgol y “Norias” se posicione mentalmente contra el estado de las autonomías. Habitualmente, los del Partido Patrincar, lanzan sus mantras para evitar que se hable de alguno de sus ya innumerables casos de corrupción y siempre con el fin de crear la polémica suficiente para saber si los mismos tendrán calado en la población. Ahora han lanzado un mensaje ambiguo pero igual de interesante para ellos, se tome por dónde se tome.

Lo de “simplificar el estado de las autonomías” producirá (está produciendo de hecho) un doble debate. Por un lado, los de la gallina y el yugo, añorantes de los tiempos del eunuco asesino y golpista, lo que interpretarán es que hay que acabar con los separatismos autonómicos como el catalán o el vasco (aunque sea falso). Por otro, los equidistantes apolíticos de derechas, dirán que, hay que eliminar de la administración central aquellos Ministerios (y su personal) cuyos asuntos están transferidos a las autonomías. Todo ello con la escusa de reducir el déficit público.

Me resulta llamativo, que el Partido que más despilfarra allí donde gobierna, el que se niega en Madrid a presentar cuentas pormenorizadas sobre las partidas sanitarias, el que se gasta en Valencia lo que no tiene, hasta el punto de que Fenosa, Telefónica o Correos les han negado sus servicios si no hay pagos por anticipado, tenga la osadía de pedir que se reduzca el gasto de los demás.

Los Trincosos saben que, en las tertulias de cacahuetes y caña, se posa este ideario de tal forma que repitiéndolo, tendrán el voto de los obtusos y simples asegurado. A ellos les da igual el gasto público que haya mientras puedan favorecer a amigos y financiadores. Y a los ejemplos me remito. Si tanto le importa el déficit público, ¿por qué respaldan la gestión del Alcalde Faraón de Madrid? Si les importara lo más mínimo el déficit público, habrían echado a patadas a este señorito que ha endeudado al ayuntamiento de la capital, hasta el punto de que se tardarían más de cien años en saldar la deuda aunque ya no hubiera más.

Lo que realmente les importa a estos arramplavotos es volver al gobierno de la nación. Pero no con el fin de mejorar la vida del ciudadano, sino con el de procurarse una cuenta en Suiza o en las Caimán que asegure que sus bisnietos puedan seguir su mismo camino. Porque lo que está en juego es el futuro de los suyos. Si dejan de mandar, dejarán de tener dinero y si dejan de tener dinero, ya no mandarán.

En Madrid, donde yo vivo, estos arramplavotos están jodiendo la vida del ciudadano hasta el punto de que para ir al médico hacen falta mucha paciencia al teléfono y cuatro días de espera. Entre diez y quince días si se trata de análisis clínicos y entre dos y tres meses para que te vea el especialista. La educación se ha convertido en un privilegio para niños sin problemas. Si tu hijo tiene problemas tan simples como una dislexia o disgrafía o te pagas un psicólogo privado o te puede pasar lo que a mi vecina, que su hijo tenga que repetir curso por falta de psicólogo escolar.

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Imagen: KAP
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