jueves, 4 de noviembre de 2010

Catalanes con tácticas españolistas y fascistas

Siempre he pensado que, Cataluña era una comunidad más europea y por tanto bien distinta del resto de este país de júrgol y chismosos.

Pero, como ocurre en las peores familias, que solemos copiar lo malo y desechar aquello digno de imitar, parece que el partido del 4% le ha cogido el gustillo a la táctica del Partido Patrincar y la utiliza como medio de distorsión y disimulo.

Ayer (o antesdeayer), la fiscalía ha imputado a dos exdirigentes de CIU por la presunta financiación irregular de este partido a través del Palau de la Música. Artur Mas, que al igual que su compañero de partido en Madrid, es bastante acrílico y muy ambicioso (recordemos que Durán o míster 4% quiso ser presidente de un Gobierno de Salvación), en lugar de sensatez, cordura y reconocimiento de las malas acciones, optó ayer por hacer suya la táctica de la gaviota carroñera y arremetió contra la fiscalía por “hacerle el juego” al PSC.

Supongamos que lo que dice el "otro" mister 4% fuera cierto. La fiscalía podría haber cometido un acto de inoportunidad al estar Cataluña enzarzada en la campaña por las autonómicas. Pero como no se discute si la acusación es cierta o no, sino el momento de la acusación, resulta que la coalición de partidos democratacristianos está metida hasta el cuello en presuntas comisiones ilegales y en “arramplar” dinero público para su causa. Delitos ambos establecidos en el código Penal y por tanto ilegales, punibles y sancionables.

Si encima, como parece, la fiscalía ha obrado con honradez, mister “otro” 4% debería explicar que hay de cierto en la financiación irregular de su partido, que hay de cierto en lo que todo el mundo conoce en Cataluña y que circula de boca en boca sobre las comisiones ilegales de CIU cuando gobernaba la Generalitat, y sobre todo, que es lo que piensa hacer al respecto si vuelven a gobernar el año que viene (como todas las encuestas dan por hecho).

Acusar a las instituciones, ya de por si maltrechas por su incompetencia, de estar al servicio del Gobierno Central y del Partido que gobierna en Cataluña, es sólo una cortina de humo para desviar la atención y sobre todo es un juego sucio y peligroso propio de un partido fascista como el del trinque gaviotil. Un partido moderado, europeo y demócrata, no se puede permitir el lujo de jugar a la ruleta rusa de destruir la imagen de las instituciones democráticas. Y si para ganar la Generalitat hace falta ese juego sucio, es que, ni están capacitados para ello, ni son dignos de la misma.

Vivimos tiempos difíciles, dónde está en peligro la democracia, la libertad y los derechos del hombre. Si hasta los demócratas probados y que lucharon contra el eunuco genocida, son capaces de arrimar a su sardina el ascua fascista, con el único fin de volver al poder catalán, es que este país está más podrido de lo que pensamos y que la administración es la teta de la que maman todos los sinvergüenzas.
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imagen: Xavi
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