sábado, 28 de mayo de 2011

15M. Asambleas de Barrios


Esta mañana, asistí y participé en la asamblea 15-M de mi barrio. Estoy impresionado por la cantidad de gente que asistió (540 personas) y sobre todo con que el 60% era gente de más de 40 años.

De la asamblea he sacado conclusiones. Algunas buenas y otras no tanto. Como todo en la vida, es algo a mejorar y si este tipo de reuniones siguen adelante, imagino que con el tiempo y la experiencia, iremos mejorando.

Entre las cosas menos positivas de la asamblea hay que destacar que las propuestas son ambiguas y que las que mayor calado tuvieron son las más demagógicas y por tanto las que mejor acepta el pueblo, pero las más difíciles de llevar a cabo. Para que esto funcione y podamos conseguir algo de verdad es necesario ir perfilando las propuestas, que no sean tan genéricas y que no caigan en aquello que la gente quiere oír y que es de muy difícil consecución. Por ejemplo, se ha hablado esta mañana de quitar privilegios a la clase política (lo que además de estar bien es necesario por higiene igualitaria) pero se ha hablado de rebajar su salario a la media de los salarios en España. Históricamente, una de las principales razones de la corrupción es el dinero. Si los políticos están mal pagados, el “caramelo” de la corrupción estará siempre presente. Por tanto, la regeneración política no consiste tanto en la rebaja salarial de los diputados como en la prohibición de cobrar más de un salario, la eliminación de las dietas puesto que viajan a gastos pagados y sobre todo, la imposición legal de que ningún presidente, Ministro, Diputado, Senador o Secretario de estado, pueda trabajar como asesor, o como miembro del Consejo de Administración de cualquier empresa sobre la que haya tenido que tomar decisiones cuando ejercía su cargo (fusiones, salidas a bolsa, subvenciones, etc.). Todos recordamos los casos INDIGNANTES de Aznar o González trabajando para sendas empresas eléctricas a las que en su día favorecieron con sus decisiones políticas (Aznar fue el que completó la privatización de Endesa favoreciendo una opción italiana (ENEL) frente a la Opa hostil de Gas Natural. González por su parte es asesor de Gas Natural a la que le “facilitó” quedarse con Enagás).

Otra de las “malas” propuestas que se hicieron en esta asamblea fue la de la insumisión fiscal y la de la rebaja de la fiscalidad. Si queremos acabar con las listas de espera sanitarias, si queremos acabar con la masificación de las aulas, no podemos caer en propuestas demagógicas que la gente acepta sin pensar, pero que ni son realizables, ni razonables. Las propuestas sanitarias y educativas, son imprescindibles, pero cuestan mucho dinero. Si empezamos con que nadie quiere pagar impuestos, no podremos sacarlas adelante. Lo que hay que hacer es acabar con la economía sumergida y con todos aquellos defraudadores. Y la única forma que existe es la DENUNCIA. Todos conocemos a quién está cobrando el paro y trabajando en negro. Quién obtiene plaza en una escuela pública (o concertada) por su “bajo” nivel de renta y sin embargo conduce coches que valen mucho dinero. Todos debemos contribuir a acabar con este cáncer de la sociedad española. Desde el movimiento 15M podemos instar a que las administraciones, crucen los datos (Hacienda+tráfico+catastro) para descubrir a los defraudadores, pero no debemos consentir que los defraudadores sean héroes.

La última de las críticas a la asamblea de esta mañana, es que entre las OCHO propuestas llevadas a la misma, no había ninguna sobre la educación pública y sobre el derecho a que nuestros hijos puedan asistir a un colegio público de calidad (si queremos) sin necesidad de tener que acudir a la educación concertada religiosa. Quién quiera educación privada, que se la pague.

Entre lo más positivo, destacar la asistencia, la “educación” de la gente escuchando las propuestas sin descalificar aquellas que no gustaron, el aguante en un solar sin sombra bajo un sol de justicia, el respeto y la participación sin el temor a decir alguna inconveniencia. Destacar también el trabajo previo desarrollado por los chavales convocantes, su “imparcialidad” y sobre todo que no hayan querido ser los protagonistas de la misma.

El camino se ha tomado y su continuación depende de todos nosotros.

15M, ¡Democraciarealya!