Tras el 22M, se confirma que media España no tiene olfato o usa pinzas para la nariz. Madrid capital castiga al alcalde faraón y la provincia premia a quién privatiza la sanidad y la educación. El PSOE se desploma e IU, aunque sube, no es capaz de recoger todo el descontento de los socioliberales. Imputados y presuntos corruptos son aclamados por goleada.
A la hora del análisis, seguramente (porque ya lo han adelantado) Zapatero y sus secuaces le echarán la culpa a la gente, al paro y a la situación económica. Y se equivocan de nuevo. Se equivocan porque no es la crisis lo que les ha llevado a la ruina política sino su gestión de la misma. No es el paro lo que les ha llevado a perder hasta el nombre, sino su abrazo al liberalismo, a las políticas neocoms, su facilidad para favorecer al rico y exprimir al necesitado. Y mientras no se den cuenta de esta situación, no habrá recuperación de voto.
No hace falta ser muy buen analista para saber que Zapatero ilusionó en el 2004 por su compromiso con las políticas de izquierda, con los necesitados, con lo social y con los trabajadores. Mucho tuvo que ver, la guerra de Irak, las aptitudes fascistas del Insufrible y las mentiras de sus ministros. En el 2008, volvió a ganar contra pronóstico precisamente por esas políticas sociales. Pero en dos años ha tirado todo por la borda. Ha exprimido al débil quitándole todo aquello que le había dado y más. Les ha bajado los impuestos a empresarios y ricos y se los ha subido a los trabajadores (sobre todo a base de impuestos lineales o indirectos). Les ha bajado el salario a los funcionarios, les ha congelado las pensiones a los abuelos y nos ha quitado la posibilidad de la jubilación. Mientras, bancos, eléctricas y telefónicas están ganando más que nunca. Tratan a los clientes como basura y el gobierno les permite todo lo que quieran. Incluso el nefasto Ministro de Industria se permite el lujo de nombrar Secretario de Estado de Energía a quién ha trabajado para el lobby eléctrico.
Zapatero, como Pedro, ha ido negando a quienes le llevaron a la victoria y se ha rodeado de toda la vieja guardia demócrata cristiana que ha sido el cáncer del PSOE. Se ha rodeado de los que han gobernado España durante 18 años (16+2). De los que hicieron las reformas laborales que acabaron con lo conseguido por los trabajadores durante más de 100 años. Los que hicieron la reconversión industrial que dejó a España sin empresas y la convirtió en la camarera de Europa. Los que empezaron a ver el chollo de las recalificaciones de terrenos que han convertido a España en lo que es y al PP en la primera fuerza política porque el español, idiota como es de por si, piensa que el que roba a un ladrón, algo le queda entre los dedos. De los que, tanto en Andalucía como en Extremadura, se han dedicado a pagar favores y votos. De los que, en definitiva, han consentido los ERES ilícitos.
Trataron nuestro descontento y nuestro movimiento como simple anécdota y ahora seguirá mirando, como siempre hacia otro lado. La culpa de la victoria de los trincosos no es de los que dejamos de votarle, sino de los propios errores del PSOE y, sobre todo, de todos los anormales de este país que idolatran a los delincuentes y convierten en héroes a los ladrones.
15M Democraciarealya.es
