miércoles, 6 de julio de 2011

..., maquíllate, maquíllate, ...




Es propio del verano que la gente haga régimen para que en las fotos de la playa desaparezcan las barrigas cerveceras, los rollos Michelín y los culos panderos. Luego, el chiringuito, las cortezas de cerdo, las cervezas, los pasteles del buffet del hotel, los helados a la luz de la luna frente a una mar calmada, los seis platos del buffet que para eso lo hemos pagado, las comidas de la abuela... Es decir, operación maquillaje para aparentar lo que uno no es y una vez llegado el momento, rutina y vida normal.



Al PSOE le ha llegado la operación Bikini. Toda una legislatura de ayudas a los bancos, reformas laborales, bajadas de salarios a los trabajadores públicos, congelación de pensiones, reforma de ley de clases pasivas para que los menores de 40 nunca puedan llegar a jubilarse, ayudas a las Cajas de ahorro para que puedan salir a bolsa y así que los “mercados” puedan mal comprarlas, rebaja de las prestaciones de paro y auxilios sociales, rebajas de impuestos, cancelación del impuesto de patrimonio, subidas espectaculares de impuestos indirectos como el IVA, y los impuestos de la gasolina y el tabaco, desmantelación del estado de bienestar, etc. Ahora, en plena primavera electoral y a un paso del tórrido verano de campaña electoral, el partido de los socioliberales quiere liberarse de esos kilos de más, del sobrepeso liberal, para así entrar mejor en las conciencias de los ciudadanos y alcanzar en forma la llamada a las urnas. Luego, lo de siempre, más medidas para “calmar” la gula de los mercados, más rebajas salariales, más subidas de IVA y de impuestos especiales como la mitad de la paga extra (como en Portugal) etc., etc., etc.


Esta operación de adelgazamiento liberal ha empezado con un cambio de nombre, Rubalcaba quiere convertirse en Alfredo P., los bancos son (de nuevo) los responsables de la crisis (aunque hasta ahora sólo hayan sido los que han sacado más beneficio). Una crisis que también deben pagar con sus ganancias (dicen). Y para rematar la operación playa electoral, ahora salen con la reforma de la justicia. Una reforma con luces, cámaras (las de Hollywood) y sobre todo muchas sombras. Porque el problema de la justicia en España no es si el reo puede sentarse o no con su abogado. El problema de la justicia en España no es si el instructor es un juez o un fiscal. El problema de la justicia en España son los “amigos del alma”, el favoritismo, la militancia política de los jueces y sobre todo LA BAJA PRODUCTIVIDAD de los mismos. Pero en esta operación para que al PSOE le pueda caber su bañador electoral y no quedarse en pelotas (electoralmente hablando, claro) una reforma de película puede convencer a todos aquellos siesos que se creen todo lo que dice la tele.



Claro que en esta playa electoral, es peor el “chulo de tripa tabla de lavar” (eso que ahora llaman chocolatinas abdominales). Porque el chulo, aunque babee al hablar, aunque sea un zángano, aunque renuncie a su condición sexual para parecer más macho, aunque se pase el día tumbado al sol sin hacer nada, en espera de que la presa le venga a él, cuando está en acción no necesita ningún lifting, ni escusa, ni sobreactuar. El chulo, acaba haciéndote daño siempre, te engaña siempre y acaba llevándose la pasta y dejándote tirado siempre.


Por eso es por lo que no hay gran diferencia entre el que pretende ser chulo putas y el que ya lo es. Por eso, en este pre-verano electoral debemos tomar partido por quiénes son personas normales, con proyectos para la gente como tú y como yo. La gente que no quiere hacer dieta porque no le gustan los michelines liberales y para ello, prefiere no probar esa dieta rica en grasas capitalistas. Esa dieta baja en derechos laborales y rica en obligaciones. Esa dieta que produce enormes beneficios a quiénes nos atiborran de colesterol que tapona nuestras libertades y produce linfomas en nuestros derechos. Esa dieta que venga del chulo putas o de quién juega a serlo, acabará parasitando nuestras vidas para conseguir invertir en las suyas.