jueves, 9 de octubre de 2008

La educación de nuestros hijos.

Dicen los docentes que los alumnos de antes eran mejores que los de ahora. Hombre no se puede generalizar, pero creo que los padres actuales tenemos mucha culpa de ello.
Ahora, educamos a nuestros hijos en el consumismo exagerado. No inculcamos valores como el esfuerzo y el valor de las cosas. Todo lo que nuestros hijos quieren, lo tienen con un simple sollozo. Les compramos cosas para que aprueben, peo si no lo hacen también se las damos. Les dejamos jugar a la consola o ver la Tele horas y horas, simplemente porque así no molestan y tenemos más tiempo para nosotros. No nos damos cuenta que, el ser padres te cambia la vida y que es para siempre. Que, una vez que has tenido un hijo, ya nada vuelve a ser igual y que nuestro tiempo libre debemos dedicárselo a ellos.
Así, nuestros hijos observan que la vida cómoda es mejor que la sacrificada ya que obtienen lo mismo sin necesidad de esforzarse. Observan que, aquellos que no han estudiado viven con sus padres y tienen coche deportivo, mientras que los que si lo han echo están en el paro y con cara de aburridos. El dinero parece que es lo único importante.
Luego está el respeto por las cosas y por los demás. Todos hemos sido niños, y hemos hecho trastadas (más o menos fuertes) con la diferencia de que antes, tras una trastada había un castigo. Esto te enseñaba lo que está bien y lo que no lo está. Ahora, cuando hay una acción reprobable no sólo no hay castigo sino que encima nos ponemos como "mulas" contra quién reprueba a nuestros hijos y además delante de ellos. Con lo que, como siempre se sienten protegidos, las acciones van a peor.
Hacemos nuestra vida delante de ellos: fumamos porros, bebemos, ponemos "a caldo" al vecino del quinto, insultamos al conductor de al lado y no damos buen ejemplo.

Todo el mundo puede ser padre, pero algunos no debieran serlo nunca.

Salud, educación, mejora de salarios, más lectura, menos catecismo, menos TV y más tiempo para nuestros hijos.