jueves, 20 de noviembre de 2008

Los pobres y las estadísticas

Oía ayer en el coche, mientras iba camino de mi casa, que la fundación de la Caixa de Catalunya ha contado los pobres de Madrid, Barcelona y Lérida
Explicaba un señor, muy aseñorado, que los pobres de la calle son gente muy normal. No se si es que estos burócratas bancarios se pensaban que los indigentes ya nacen así, en la calle. Pues no, parece que han descubierto que los indigentes son personas que antes tenía su trabajo, su casa, su hipoteca, sus hijos y no se cuantas cosas más de esas que tenemos la gente normal. Que la indigencia es sobrevenida y generalmente es causada por el paro y por la falta de dinero. Osea, que esa idea fachória de que los indigentes acaban en la calle porque son unos borrachos no se acerca, ni de lejos, a la realidad.
Bien, pues resulta que cuando comentaba este estudio "chorra" este señor, estaba por allí (por la radio) Vicente Romereo. Hombre de bien que se caracteriza por su lucha contra la injusticia, la pobreza y contra los capitalistas sin escrúpulos que llevan a estas personas a la situación de vivir en la calle. Resultaba "curioso" como cuando Vicente le preguntaba porqué en lugar de hacer estudios "chorras" como contar pobres, la Caixa (uno de los causantes de estos estados de vida) no les daba de comer y si además resulta que son situaciones sobrevenidas por la falta de trabajo, les ayudaba mediante préstamos sin interés a empezar una nueva vida, el experto estudioso balbuceaba, contaba que si, que la Caixa tiene pisos dónde esta gente pueden volver a ser personas y no se que más historias para salir al paso. Don Vicente le pilló en renuncio y el hombre salió al paso como pudo.
Y es que, como siempre, Vicente Romero dio en el clavo. Estamos en la sociedad de la estadística y por haber, hay hasta estadísticas de indigentes y de sus causas. Pero en toda sociedad estadística, las personas son números, las causas son más números y las soluciones ni se piensan ni se proponen.
Saber que hay pobres es más fácil y sobre todo menos costoso que darles de comer.

Salud, educación, subidas de impuestos directos, subidas salariales, aranceles a los productos chinos mientras no cumplan las normas economicosociales occidentales y más trabajo.