lunes, 26 de enero de 2009

Monseñor no tiene fe.


Dice monseñor Rouco, ese que se parece a Paco Clavel, que no hay derecho a que se ponga publicidad en los autobuses públicos, ya que eso distrae a los creyentes y les hace dudar de su fe. Hombre, si Monseñor tiene miedo que sus fieles se le vayan por una poca publicidad, será que su fe no es tan fuerte como preconiza. Yo creo que más bien Monseñor tiene miedo que el 80% de los que se declaran católicos pero que sólo van a misa en actos BBC (Bodas, Bautizos y Comuniones), dejen también de señalar la "x" en la declaración de la renta y se postulen en contra de que sus hijos den religión en los colegios.  Monseñor tiene miedo a que el estado deje de financiarle sus chuletones, sus casullas de oro y brillantes, sus pasillos de mármol de carrara, sus manifestaciones en el Paseo de la Castellana en contra del gobierno de turno y sus medios de charlatanería barata. 
También dice Monseñor que esta publicidad atenta contra la elección religiosa de cada uno. Hombre, Monseñor, que lo diga Ud. que hace lo indecible porque todos nuestros hijos estudien  su catecismo en todos los colegios públicos. Que lo diga Ud, que, se financia con el dinero público de todos los españoles, creyentes y no creyentes. Que lo diga Ud. que financia campañas publicitarias con la "pólvora del Rey". 
La verdad que si no fuera porque soy ateo, sería musulmán, budista, cienciólogo o cualquier otra cosa antes que ser de una religión con un dirigente que dice cosas de niño de siete años, que se comporta como un hooligan esquizofrénico y sobre todo que quiere para los demás lo que no quiere para él y que, al revés, quiere para él, lo que no quiere para los demás.

Salud, libertad religiosa, estado laico y los curas a currar.