Hace unos días el periódico inglés The Guardian publicaba la lista de los responsables mundiales de la actual crisis. Entre ellos no había ningún español. Y es que como dice el dicho "Spain is diferent".
Todo el mundo coincide que la crisis en España es diferente. A la crisis mundial se ha añadido la explosión del incandescente mundo del ladrillo. Vamos, lo que se venía llamando la burbuja inmobiliaria. Burbuja que nos ha estallado en plena cara y que como en cualquier explosivo que se precie, no le estalla en las manos a quien lo coloca sino a inocentes. Así, salvo raras excepciones, la burbuja le ha estallado al consumidor, al pequeño constructor y sobre todo al trabajador de este sector. Y si uno mira los datos de casas construidas en este país en los últimos diez años y el empleo del sector, no se extraña que cada vez haya más parados y que la situación se haya convertido en el peor problema de este país.
Fuente: INE
Si observamos las gráficas no es difícil establecer las causas del paro actual . Si hasta 2007, había dos millones novecientos mil trabajadores en la construcción y ésta ha caído un 90%, blanco y en botella: es fácil establecer de dónde han salido el 80% de los parados del INEM y por consiguiente los culpables de la crisis en España. Los ayuntamientos son los que más culpa llevan porque era su medio de financiación, pero no hay que olvidar lo que está detrás de la construcción en Esppaña Paña: especulación, pelotazos, tráfico de influencias y prevaricación. El que esté libre que tire la primera piedra, pero algunos deberían esconderse detrás de la pared, por si acaso.
Salud, financiación local, responsabilidad y cárcel e incautación de sus bienes a los culpables.
