miércoles, 25 de febrero de 2009

La justicia, cachondeo o tomadura de pelo.


¿Alguien se acuerda en este país de un tal Pedro Pacheco? Bueno, pues este ex-alcalde de Jerez fue juzgado y condenado por decir que "La justicia en este país es un cachondeo". Y esto viene a cuento porque parece ser que a sus señorías, los huelguistas alegales, les parece mal, pero que muy mal que la gente externa a la justicia pueda criticar sus decisiones y dar sus opiniones particulares sobre la situación y actuación de sus privilegiadas señorías, pero sin embargo no les parece del todo mal, que un Vicepresidente del CGPJ pueda juzgar en voz alta a uno de los suyos con el que no comparte ¿ideología?.

Y es que sus señorías se encuentran siempre es ese estado suyo que no se sabe muy bien dónde está, pero que parece estar muy lejos de todo o muy bien aislado, pues no se enteran de nada. No se enteran que no es admisible que un portavoz del órgano que debe regular la imparcialidad de las actuaciones judiciales, pueda acusar en TV a otro juez de rayar la prevaricación en sus actuaciones.
Pero tampoco se enteran que no se puede juzgar a un ciudadano normal por desacato simplemente porque da su opinión (que éste si que la tiene) y sin embargo darle una pequeña palmada en la mano a quién ha sido Conseller de Justicia de una Comunidad en la que varios de sus miembros y ex-compañeros están siendo investigados por corrupción, cohecho y prevaricación.
Y es que vamos de mal en peor. A actuaciones poco razonables como la de multar con 1.500 € a quién no ejecuta sentencias que provocan después la muerte de niñas inocentes, mientras el ministerio de justicia había sancionado a la secretaria de ese mismo juzgado con tres años de empleo y sueldo, se suman la inadmisión de que miembros de un partido político que está siendo investigado por corrupción, estén hostigando al juez instructor todos los días con amenazas de llevarle a los juzgados por prevaricador, y la de no sancionar y expulsar del Consejo a quién se ha mostrado como juez y parte sin serlo.
Y luego el partido de la mascota carroñera habla de indefensión...