viernes, 17 de abril de 2009

El meritorio por hermandad


El señor Gobernador del Banco de España, es especialista últimamente en meter la pata. Con su calva de paleto rico y esa mirada de perdonavidas hace análisis de materias de las que ni conoce ni está preparado y sobre todo de las que no son de su competencia. No recuerdo haberle oído nada al meritorio por hermandad sobre la promiscuidad del crédito bancario, años atrás. Ni recuerdo haberle oído decir tampoco nada acerca del peligroso ritmo cementero, que aunque tampoco era de su competencia nos ha llevado a la peligrosa epidemia económica que padecemos. Tampoco nunca le oí dar ruedas de prensa para advertir sobre las millonarias indemnizaciones de los camicaces bancarios y sobre los peligros de que los fondos de pensiones de los trabajadores se encuentren “invertidos” en productos basura que no valen ni la llamada telefónica con la que se contrataron. Y es que este paleto, patán y meritorio por hermandad, defiende a los de siempre. A los que se juegan los ahorros de los demás, a los que le echan la culpa del fiasco de sus negocios a los elevadísimos sueldos ni siquiera mileuristas (ochocienturistas e incluso seiscienturistas) de sus pobres asalariados y no a los puticlubs que visitan diariamente. A los supermasterizados que opinan que para reducir costes la mejor opción es deshacerse de los mejores Recursos Humanos. A los que aprovechando las turbias aguas de la actualidad plantean ERES en empresas que tienen ganancias. A los que se dedican a vender desde embutido a lavavajillas en las oficinas bancarias. Y a toda esa mugre que se ha llevado indemnizaciones millonarias a pasar de haber llevado las empresas que dirigían (y que no eran suyas) a la ruina. Y es que ya se sabe que para este tipo de estúpidos los asalariados inframileuristas son los culpables de casi todo: desde la caída de las ganancias de los bancos al hundimiento del Titanic. Bueno no, de esto último la culpa la tiene Zapatero.

Salud, rebelión, revolución y dimisión del paleto hermanísimo del difunto libertador de matrimonios!