martes, 21 de abril de 2009

Se acabó la diversión....


Cuando alguien tiene problemas estomacales, cuando abre la boca un tufo hediento emana haciendo el aire irrespirable. Los profanos recomiendan contra la acidez de estómago bicarbonato, los farmacéuticos sal de frutas y los médicos dieta sana.

El problema surge cuando el mal olor viene de serie. Cuando no es un problema de estómago ni de caries sino un problema de espíritu y de pensamiento. Ayer, el insufrible y presunto Genocida volvió a inundar el aire que respiramos de un tufo inaguantable. Y es que este personajillo sin conciencia, ni inteligencia, mediocre y lleno de complejos atufa allá por donde va. No sólo no pide perdón por ser presunto cómplice de la matanza de más de quinientos mil iraquíes, ni por ser cómplice por omisión de la muerte de un montón de militares españoles en un avión destartalado con el que alguien se embolsó una apreciable paga extra, sino que ahora llama vagos y maleantes a los parados. Y es que el mediocre y presunto genocida es más de indemnizaciones millonarias por cesar de puestos para los que no se está capacitado, es más de cobrar sueldos del estado aunque los demás renuncien a ellos, es más de dejar que los culpables salgan indemnes del cáncer económico que vivimos actualmente. Porque para este ser insufrible, mediocre y presunto genocida, la crisis no la han provocado los que por hacer más y más dinero han sido capaces de vender abuelas como si fueran vírgenes de dieciocho años, ni los que fueron capaces de invertir dinero blanco en turbios negocios e hipotecas basura. No, para este despreciable ser insufrible, mediocre, enano mental y presunto genocida, la culpa de la crisis la tienen los que quieren cobrar salarios dignos por su trabajo, los que quieren disfrutar de treinta días al año de vacaciones, los que , habiendo llegado a la edad de jubilación y tras muchos años de madrugones y sufrimientos, pretenden irse a casa con una pensión inframileuriusta. Y es que si un ser mediocre, acomplejado y lleno de mierda pudo llegar a ser Presidente del Gobierno, los seres normales deberíamos nadar en la abundancia y las eminencias levitar.