viernes, 8 de mayo de 2009

Aviso a navegantes


Ayer, en la Asamblea de Madrid, contra la apisonadora, la cara dura y los abusos de los de la camorra, una serie de obreros de Iveco-Pegaso protestaron ante la indecencia de ver sentados a los tres acusados del caso Gürtel en la Asamblea y luego verlos salir con guardaespaldas.
Los trabajadores de Iveco-Pegaso ocupaban las butacas de invitados y querían protestar por el ERE que lleva a cabo su empresa que puede dejar en la calle a 1.000 trabajadores.
Tras pedir explicaciones a la Verdulera y su prosélito de economía, éstos arengaron a los trabajadores a ir a manifestarse a las Cortes Generales y pedirle explicaciones a Zapatero. Esto incendió los ánimos de los trabajadores que fueron expulsados de la cámara y acabaron gritando fuera de la Asamblea de Madrid, “la próxima visita con dinamita”.

Lo que sin duda debería haber sido “un cante” por parte de los de la camorra y una pérdida de la paciencia de los trabajadores, va a acabar convertido en un proceso judicial contra los futuros despedidos. Y es que los de la camorra han decidido llevar a los tribunales a los trabajadores por injurias a las instituciones y escándalo público. Esto, no es como dice el PSOE una forma de ocultar el caso Gürtel. Esto es simplemente un aviso a navegantes. Si te metes con ellos, acabas en el juzgado y pagando importantes cantidades de euros por escándalo público. Y es que los de la riña diaria tienen actitudes camorristas contra el que se posiciona en su contra. Eso sí, en lugar de enviar a un mamporrero para que te dé una lección, te mandan al juzgado dónde sus colegas sabrán darte la lección dónde más te duele: las articulaciones del bolsillo, o sea la cartera.


En éste país, la gente está cada día más dividida en dos bandos. Los que apoyan la sinrazón de los camorristas hagan lo que hagan y los que no podemos aguantar más que se pisoteen nuestros derechos, que se acabe con la sanidad y la educación pública y que se meta el dinero público en manos de sus prosélitos mediante concursos públicos dudosos o amañados. No se dan cuenta que esto puede acabar muy mal. O a lo peor si se dan cuenta y es lo que pretenden