lunes, 4 de mayo de 2009

Ya soy persona de riesgo


Hoy estoy en un sinvivir. El sábado estuve cerca de la hija de un amigo que llegó el miércoles pasado de México. Hablé con ella dos palabras y estuvo gritando todo el partido en el que el Barça acabó con las ínfulas imperialistas del Madrid. No tosió en toda la tarde, aparentemente está resplandeciente (es una chica muy guapa) y no parecía dolerle nada (incluso su alma estaba luminosa por la victoria del equipo blaugrana).

Aún así, hoy estoy decaído, me duele un poco la cabeza y estoy abotargado. Un servidor es bastante hipocondríaco y el dolor de cabeza nunca lo atribuiría a las escasas cuatro horas que he dormido esta noche debido, entre otras cosas, al cambio brusco de dormir en Burgos con edredón y calefacción a los veinticinco grados que había esta noche dentro de mi casa en Madrid. No, yo ya soy persona de riesgo. La gripe A o Gripe Nueva acecha tras de mí en espera de que baje la guardia, para adueñarse de mi cuerpo y fustigarlo. No importa que la OMS diga que el virus, aunque muy contagioso, es poco virulento. Seguro que conmigo se ceba y soy uno de los peor parados. Me sigue doliendo la cabeza y conforme voy escribiendo estas líneas, al aire le cuesta más llegar a mis pulmones, mi respiración se ha vuelto más parsimoniosa y he empezado a toser. Seguro que mi subconsciente no tiene nada que ver con estos síntomas. Es más estoy por asegurar que acabo de ver un virus con dientes y cara de pocos amigos salir por mi boca y estrellarse contra la pan talla del ordenador.