Dice el insufrible y provocador de ardor de estómago al pronunciar su nombre de burro, que “A los socialistas les gusta mucho gastar”. Este imbécil carente de cualquier atisbo de vergüenza y decencia, quizá ya no se acuerde de unas estatuas horribles compradas nada más llegar a
Seguramente tampoco se acuerda de los dos millones de dólares que pagó a la a empresa de abogados Piper Rudnick de dinero publico a fin de obtener la famosa medalla del congreso para satisfacer ese ego que tiene desproporcionado.
Quizá tampoco se acuerde de los doscientos sesenta millones de euros que le costó al erario público español su trasnochada estupidez y sus ínfulas de superdirigente mundial al implicar a nuestro país en la guerra de Irak.
Pero sobre todo se le ha olvidado a este acomplejado ser insidioso, que los fastuosos ceremoniales para desposar a su hija con el yernísimo le costaron al estado alrededor de 120.000 euros directos más todos los costes de movilizar para una acto privado (aunque el le quiso dar el carácter de “estado”) las fuerzas del orden y el personal de patrimonio para preparar “El Escorial”.
Tampoco tenemos claros los españoles el coste de una visita a Méjico en el año 2000 de la señora del insufrible.
Y por supuesto se le ha olvidado que presuntamente vulneró la legalidad al cobrar del erario público y de las empresas de Murdoch durante más de dos años.
¡Ya tengo ardor de estómago sólo de pensar en este ser despreciable!
