lunes, 18 de mayo de 2009

Es época de recolección


Aunque en los campos de Castilla los trigos aún están recién nacidos, es época de recolección.

El Registrador de la propiedad y “tonto de España”, se afana cuán estrella del rock en hacer galas por las vastas llanuras castellanas.

Éste debería se un mal año de cosecha de votos para La Camorra. No ha sembrado nada más que cizaña, no ha abonado la tierra sino con necedad, corrupción y mentiras y no ha regado los campos salvo con su mala baba y su lluvia ácida carroñera. Por tanto, esta cosecha de votos debiera ser escasa.

Pero me temo que aquí, lo que se pretende no es recoger buen cereal sino maleza, lo que se pretende no es hacer buen pan con buen trigo, sino hacer pan que se “venda” bien y que de muchos beneficios, aunque la digestión de dicho pan provoque acidez y malas digestiones.

Por eso el registrador y “tonto de España” está haciendo bolos, cuan sirena que encandila a los malos marineros. Porque aunque parco en palabras, de escasa o nula atracción personal y bastante hosco, siempre hay “tontos de los cojones” a los que influir. Siempre hay hombres y mujeres, adoradores de una infancia feliz, que confunden la realidad con los recuerdos. Que confunden sus juegos de niños con la situación política de la época. Que no distinguen el respeto del miedo. Son aquellos que piensan que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y ahí es dónde el registrador y “tonto de España” tiene su granero de votos. Son los llamados equidistantes. Los que se autoproclaman apolíticos pero que piensan que los extranjeros vienen a quitarnos el trabajo a los españoles. Se autoproclaman “pasotas” de la política, pero se quejan de los impuestos que pagan ( y que evaden en cuanto pueden) y piensan que con la Camorra en el poder hay menos presión fiscal. (Nada más lejos de la realidad. La presión fiscal aumenta considerablemente como se demuestra en la CAM). Son gente mediocre que sólo ve a dos centímetros de su ser. Gente que le echa la culpa al anaranjado Tinki Winki (ZP) de la mala situación económica de España, pero a los que no les importa cobrar el paro y trabajar en negro. A los que no les importa declarar sus ingresos por debajo de los 6.000 euros al año, pero que no renuncian a sus BMWs y a su furgonetas de 36.000 euros y a sus chalets pareados. Son los que se quejan de que los inmigrantes sólo tienen derechos pero se aprovecha de ellos para que trabajen en sus negocios a 3 euros la hora. Son los que se quejan de los impuestos que no pagan y a cambio reciben becas comedor y becas de libros. Son los impresentables votantes de la Camorra de España.