viernes, 22 de mayo de 2009

Mal estamos, Dios Baco


Venimos de una cultura en la que beber era una demostración de hombría. Cuando un grupo de amigos o más bien conocidos, se van de cañas, si a alguno se le ocurre pedir una cerveza 0,0 o sin alcohol, siempre está el graciosillo que dice aquello de “Mariconadas las justas”.
Yo soy mal bebedor porque con una cerveza estoy flipando a los diez minutos. Por eso siempre suelo pedir cerveza sin ó 0,0 o coca-cola light si voy con mi mujer. No me gusta el alcohol ni tampoco lo aguanto. Y es un problema a veces, porque, cuando uno sale en las noches de verano en el pueblo con la cuadrilla, nunca sabes muy bien que pedir. Porque ¿Qué pide uno después de cenar?: el vino no me gusta, la cerveza a deshoras, tampoco, cubatas menos y café con hielo (que es lo que suelo pedir) me da una sed de la leche. Algunas veces acabo pidiendo un chupito de Ruavieja (orujo de hierbas) con mucho hielo, pero tampoco es una solución ya que el hielo se acaba deshaciendo y el orujo acaba siendo agua con un raro sabor.
Luego está el problema de la conducción. No puedes beber porque es verdad que el alcohol desinhibe y hace que seas un terrorista al volante. (La única vez que he conducido bajo los efectos del Dios Baco, me salté unos cuantos semáforos en rojo y encima me hacía gracia. La fortuna y que era nochebuena hicieron que no pasara nada, pero cada vez que lo pienso se me ponen los pelos de punta).
Pero resulta que el metabolismo del alcohol no se realiza en todos los cuerpos a la misma velocidad. Hay un menda en mi pueblo que es capaz de soplarse en una tarde cinco vasos ( de los de caña de cerveza) hasta arriba de sol y sombra (coñac+anis) y luego coger el coche como si nada. Este mal hombre, lleva haciendo esto diariamente (al menos en verano) durante los últimos cinco años y que yo sepa, jamás ha tenido un accidente (ni le deben haber parado los civiles). ¿Cómo es posible que alguien se pueda meter entre pecho y espalda media botella de coñac y media de anís y seguir de pie?. Algo tendrá que ver que siempre fue un poco (bastante) bruto, digo yo.
Salud, y como no todos somos brutos, no bebáis y si conducís, menos todavía.