lunes, 27 de julio de 2009

Las raíces, la copa y las ramas del fascismo español


Muchos, nos hemos preguntado alguna que otra vez, porqué un personaje como Benito Berlusconi está al frente de un país como Italia. Berlusconi ha llevado durante muchos años una campaña de simpatía hacia su persona en Italia usando dos medios: la presidencia del Milán y la de Canale 5 (Versión italiana de Tele 5).
Aquí en España, los trincosos del PPITO (Partido Para la Institunalización del Trinque Oligárquico), visto que no pueden volver al poder a través de las urnas están llevando una guerra sin fin para hacerle ver a la población española lo “poco” conveniente que es ZP como presidente. Que el insufrible que me da ardor de estómago con solo nombrarle quiera ser presidente del Madrid, no es un capricho sin fundamento, sino una forma más de publicitar su persona con el fin de volver a ser presidente del PPITO y llegar a la Moncloa.
Dentro de esta estrategia está la concesión masiva de licencias de Televisión a personajes como Julio Ariza, católico talibán y exparlamentario del PP. Este personaje realiza tertulias políticas con neoliberales ortodoxos y fascistoides en las que se juega a ver quién se mete más con ZP o quién es más soez en sus insultos.
Dentro de esta estrategia está también la Sociedad Española de Tratantes y su presidente Díaz Herranz, ese que a micrófono cerrado (o eso creía él) se le escapó aquello de que Esperanza “es cojonuda” o “que la crisis es consecuencia de los años de Zapatero”. Lo de las propuestas trampa de la SET en la mesa del pacto social son una ofensiva más de los trincosos en su ánimo de confundir al electorado español y de ganar adeptos.
Por último y no menos importante, está la pata jurídica. Esa endémica profesión de juez, en la que es difícil que entre sangre nueva, está ahora más que nunca enraizada por personajes maquiavélicos, católicos ultraortodoxos y nostálgicos del generalillo y asesino gobernante de España desde 1939 hasta 1975. Éstos luchan día a día por convertirse en la tercera cámara legislativa, con la diferencia de que ellos son elegidos por ellos mismos y por los políticos en lugar de por el pueblo.
Lo que los votantes del PPITO debieran sopesar es si quieren jubilarse más tarde, si quieren tener que pagar la medicina y las boticas y si quieren trabajar más horas por menos dinero. Porque eso es lo que proponen los trincosos. A cambio ellos seguirán vistiendo trajes caros pagados por dios sabe quién, dando contratos del estado a sus amiguetes y bajando los impuestos a los que más tienen y subiendo los indirectos que pagamos todos. En explicitar este tipo de cosas es en lo que debería basar el PSOE su acción de propaganda de aquí a las siguientes elecciones generales.