jueves, 5 de noviembre de 2009

La UE también beneficia a los poderosos

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Cuando yo era bastante más joven y España llamaba una y otra vez a lo que entonces se llamaba Mercado Común , más tarde CEE y hoy Unión Europea, al menos yo pensaba que el día que España formara parte de tan exclusivo Club, los beneficios para los que aquí vivimos serían bastante más numerosos que los perjuicios.
Pasados veintitrés años desde que entramos a formar parte del club, ya no sigo pensando ni parecido. Resulta que por culpa de la Unión Europea, no puedo tirar petardos en las fiestas aunque quisiera (que no quiero, tengo que cambiar la hora dos veces al año sin que eso nos aporte ningún beneficio, no puedo comerme un chuletón con hueso, los agricultores se han hecho multimillonarios sin que hayan invertido ni un solo euro en mejorar suelos, aperos e instalaciones y para cortar una rama de encina tengo que pedir permiso hasta al apuntador.

Hoy le han dado una vuelta de tuerca más a la paciencia del ciudadano de a pié y han aprobado que te puedan cortar internet sin orden judicial porque te bajes películas.
No han dicho nada de que dejes de pagar el ADSL o el cable cuando te lo corten.

Y digo yo que ya empiezo a estar hasta los cataplines de los burócratas políticos de la Unión que desde su despacho de Bruselas no ven más allá de veinte o treinta metros. ¿Para cuándo una directiva sobre la obligatoriedad de las Telefónicas de turno de dar la velocidad que prometen, de multar a las que se opongan a darte de baja o a las que ese trámite sea un laberinto sin salida?¿Para cuándo la obligatoriedad para la Eléctricas de facturar conforme al consumo, con recibos claros y con su adhesión a los tribunales de consumo?¿ Para cuándo la obligatoriedad de estas empresas (eléctricas, telefónicas, aseguradoras, bancos, etc) a tener oficinas de atención al cliente con personas de carne y hueso y no de máquinas, oficinas a las que uno pueda ir a reclamar y con la obligación de resolver y no centros de explotación de mujeres a las que pagan 600 euros por trabajar en Venezuela o en Marruecos atendiendo teléfonos y manteniendo diálogos de besugos con los clientes?
¿Para cuándo el salario mínimo interprofesional igualitario para toda la Unión?¿ Para cuándo una ley de protección de los consumidores que obligue a por ejemplo etiquetar todos los productos con el tipo de comida que se envasa (transgénicos, ecológicos, etc)? ¿Para cuándo una ley que prohíba importar productos de países que no cumplan con los derechos humanos y con un mínimo de derechos de los trabajadores?¿Para cuándo le van a cortar las alas a esas empresas que no cumplen con lo establecido en los contratos? ¿Para cuándo la obligatoriedad de que los contratos de suministros, seguros y bancarios no puedan modificarse de forma unilateral por parte de la entidad suministradora?

Está claro que sea cual sea el estamento político, aunque viven de los ciudadanos, gobiernan para los poderosos. Y creo que va siendo hora de solucionarlo.