lunes, 30 de noviembre de 2009

Un Zapatero marca ACME


Veo ayer con interés la entrevista que Mamen Mendizábal le hace a Zapatero. Original desde el principio, con una puesta en escena de “viejos amigos”, la inician en las afueras de la Moncloa, dando paso a una especie de zaguán que da a un pasillo desde el que accedieron a un gran salón con hermosos tapices.
De la entrevista poco que decir, salvo que Zapatero ya no es Zp. El presidente se ha convertido en un politiquillo al uso, que contesta con circunloquios y evasivas y que medita cada una de las palabras que salen por su boca. La entrevistadora, directa e incisiva no pudo llevar a Zapatero al huerto de la sinceridad.
Zapatero está atemorizado por el partido pa trincar. O quizás peor, si como dice José Díaz Herrera, Pedro Jeta es habitual de la Moncloa, puede ser éste quién dirija al Presidente. Parece que todo lo que contestaba estuviera pensado, no ya para agradar a sus votantes, sino para que sus enemigos políticos y periodísticos no puedan decir nada malo de él. Y sin embargo no lo consigue. La dubitación en sus respuestas y las ganas de agradar a todo el mundo, se convierten en un cuchillo afilado contra su personalidad, que hasta ahora era algo de lo que había gozado como gran patrimonio y que poco a poco se está convirtiendo en su fosa política.
Este hombre no se da cuenta que así lo único que consigue es cabrear a todos. Los que le votamos, porque se escapa de lo que una vez pensamos que era el salvador de la justicia social y de la igualdad y los que le odian porque, justificadamente, amplían y reafirman su concepto de hombre parco y atolondrado.
Del repaso político, nada de nada. Nos quedamos sin saber en que consiste el cambio económico de este país (porque espero que este cambio no consista en sustituir el ladrillo por la escayola). Del TC sólo dijo que esperaba que la sentencia fuera “una gran sentencia”. Que no se muy bien que quiere decir. No se si una gran sentencia es la que se redacta en tres folios con palabras inteligibles, o por el contrario, es una sentencia que no levante a la ciudadanía catalana o tal vez, la que contente a todo el mundo (cosa imposible).
Zapatero perdió la ocasión de dar su opinión sobre la necesaria reforma del TC y de la judicatura española. Perdió la ocasión de explicar que el cambio de economía sostenible consiste en una mayor defensa del consumidor, en evitar que bancos, eléctricas, aseguradoras y empresas de telecomunicación, dejen de timar al consumidor y al medio ambiente. Perdió una ocasión clara, no para defenderse de las críticas del partido podrido, sino para explicar a la ciudadanía aspectos claves de su gobierno como la ley del aborto, la propia del cambio económico y para poner en su sitio a todos esos llamados “expertos” que pronosticaron una caída del PIB mayor de la que tenemos.
En fin, que me pareció un mal Zapatero, cicatero, insufrible en gran medida, aburrido y falto de espíritu combativo. Zapatero ha dejado de ser Tinki Winkie y se ha convertido en el correcaminos que abusa del coyote y que le mea en sus narices. Su asesoría de imagen parece hecha en las instalaciones de la empresa ACME.
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:-(