martes, 1 de diciembre de 2009

¡Que los ácaros se coman la Alfombra!



Lo negro, siempre es susceptible de volverse blanco. Lo que hasta ayer era malo, hoy puede ser regular y mañana excelente. Así, el golpe de estado en Honduras, pasó de la condena internacional y la unión de todos frente a los golpistas, a unas elecciones celebradas bajo presión, con escasa participación y que parece que tanto al supermán Obama como al hazmellorar de ejpaña y GraN Maestro TDLC les vale.
Da igual si los partidarios de Zelaya no han podido presentar candidatos en igualdad de condiciones. Da igual que, según constataba ayer Fran Sevilla, corresponsal de RTVE en la zona, en una encuesta poco científica pero muy demostrativa, realizada por él poco antes de cerrar los colegios electorales, la participación apenas llegara al 40%. Todo eso da igual, porque ahora, de lo que se trata es de pasar página rápidamente y así evitarse un problema.
En la cumbre portuguesa iberoamericana, intentan consensuar un documento que, como casi siempre, agrade a todo el mundo y que el tal Porfirio espera desde Tegucigalpa como agua de mayo (ahora agua de cualquier mes). Según indicaba ayer el Ministro de Asuntos Exteriores de Portugal, Luis Amado, hay que pensar en el pueblo hondureño y, según él, no reconocer los resultados electorales a quién perjudica es básicamente al pueblo.
Es el mundo del revés. Resulta que es el propio pueblo el que se ha unido (cosa inédita hasta ahora en ese país) para luchar por el Presidente Zelaya, por las libertades, por la reforma de una Constitución obsoleta y caciquil y contra los instauradores del crimen organizado, de la pobreza y de la explotación. Y ahora, el mundo “civilizado” les va a dar la espalda para quitarse un problema.
Y es que a los pobres, todo el mundo les deja de lado. Dejaron de lado a los pueblos que se confrontaban entre si en la antigua Yugoslavia, hasta que la sangre hizo imposible tapar tanta vergüenza. Dejamos de lado a Palestina que durante años padece a la salvaje masacre que el gobierno Israelí lleva a cabo en esos territorios. Y sobre todo hemos dejado de lado y seguimos dejando a nuestros hermanos Saharahuis. Dejamos que malvivan en el desierto. Dejamos que Marruecos explote su territorio. Dejamos que Haidar esté en huelga de hambre porque el absolutista rey marroquí espera que muera y así quitársela del medio. Y Moratinos se enfada con ella en lugar de enfadarse con el gerifalte marroquí. Y dice no entender porqué rechaza la nacionalidad española, cuando todos sabemos que si no la rechaza volverá al Sahara pero no podrá luchar por lo que cree justo, porque si lo hace, acabará expulsada a España como extranjera que instiga contra el monarca.
Pero en este mundo globalizado en el que vivimos, dónde todo lo que se mueve es por dinero, los pobres estorban, crean problemas y dan la lata. Y es mejor dejar que la mierda se coma la alfombra que pasar el aspirador, salvo que debajo de la alfombra haya monedas de oro. Entonces, recogemos las monedas y dejamos que los ácaros campen a sus anchas en la alfombra. Para el mal olor, pinzas. Y para la mierda, en lugar de agua, más mierda.


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