miércoles, 16 de diciembre de 2009

¡Va por ti, maestro!


Estos días se ha hablado de la supuesta agresión al contador de opinión de Telefachid o Telerancia, Hermann Tertsch. La Rancia, en su habitual puntada con cabo de sebo, relacionaba lo que le pasó al fascioneroso (de fascio y oneroso) con el Gran Wyoming aprovechando los chascarrillos que éste hizo en su programa de la sexta sobre este particular ser de cerebro retraído.
Resulta que la Rancia le tiene ganas al Wyoming desde que mostraron al mundo la incultura, el poco saber estar y la maldad de este personaje en aquel programa memorable de la cadena del agredido Don Benito (Berlusconi) llamado CQC o “Caiga Quién Caiga”. Allí un espléndido Pablo Carbonell nos hacía “de reír” con sus ocurrentes preguntas y sobre todo con las estúpidas respuestas de la Rancia. Y a ésta no se la olvida que toda España se reía de ella. Nos reíamos porque la entonces Ministra de Cultura no sabía quién era Saramago (al que confundió con una señora llamada Sara). No había oído ni hablar de un tal Santiago Segura que ya por entonces despuntaba con “El día de la bestia”. Y es que La Rancia, estaba más dedicada a malmeter y a sus enredos de palacio que a un Ministerio para pobres. (Los ricos no necesitan cultura, la compran).
Así un desgraciado suceso para un desgraciado y oscuro ser que no oculta su xenofobia y su fascismo puro y duro, le ha dado publicidad y la oportunidad de venganza a la rancia Marquesa. Y digo oscuro y desgraciado personaje, porque mientras predica contra homosexuales frecuenta sus ambientes. Porque lo que primero fue una brutal agresión, luego se convirtió en un “no me acuerdo” para después pasar a un brutal golpe de kárate que le levantó unos centímetros del suelo y por último, una paliza que le llevó a volar más de tres metros. Creo que este menda lerenda, se ha dado cuenta que sus excesos etílicos le dan publicidad y le sirven a su jefa como carro de combate contra todo un icono de la izquierda.

Wyoming, desde este humilde y simple foro, no dejes que te amedrenten como lo hicieron en Telemierda. Necesitamos que nos hagas olvidar las penas de cada día y necesitamos poder leerte aunque sólo sea una vez a la semana. La envidia y el rencor Wyoming es el arma de los que no tienen inteligencia.