domingo, 28 de febrero de 2010

De enredar, ya se encarga el Partido Pa trincar

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Decía Napoleón Bonaparte que "Si quieres que algo sea hecho, nombra un responsable; si quieres que algo se demore eternamente, nombra una comisión". Esta máxima los trincofascistas la han reconvertido en "si quieres ayudar a un amigo, nómbrale responsable con sueldo, chófer y dietas. Si quieres que la opinión pública olvide los casos de corrupción, nombra una comisión con mayoría del Partido de la Pervesión". Esto es lo que durante años han llevado a cabo los trincofascistas. Cuando el hazmellorar de PAÑA, patriota de hojalata y estúpido por convicción, metió la pata en el caso Prestige con aquello de los hilillllosssssssss de plassssssssssstilina, acabó creando una comisión con mayoría trincofascista que sólo sirvió para difuminar el envenenamiento masivo de las aguas en el recuerdo de los "Muxías" gallegos y para no perder las elecciones municipales y recuperar las autonómicas en sólo cuatro años. El personaje que más tonterías dice por palabra salida de su silveante verborrea, creó, participó y cerró sin ningún resultado más de una decena de comisiones cuando era el puro derecho del insufrible. Pero no sólo estos mareos de perdiz se produjeron en el pasado. En el caso de los espías y de las correas del norte en Madrid, la Rancia creó ambas comisiones, cerradas precipitadamente y sin conclusiones (salvo las aprobadas por la mayoría trincofascista) con el fin de que los medios cerraran sus titulares y el pueblo se olvidara de los sistemas camorristas que imperan en la CAM.
Eso cuando ven que les han pillado in fraganti con el carrito de los helados. Cuando la "foto" está movida o difuminada, ni siquieraa se molestan en la parafernalia y el mareo de las perdideces. Simplemente usan su mayoría para aplastar cualquier atisvo de solicitud de responsabilidad.

Por eso, cuando los trincofascistan hablan de que las comisiones sólo sirven para marear la perdiz y para darle vueltas a las cosas sin hacer nada, saben perfectamente de qué están hablando. Ellos llevan siendo catedráticos del despiste, de las acusaciones falsas y de la verborrea insultativa desde que el insufrible le robó la cartera el probre Demetrio Madrid en la Junta de Castilla y León. Y hasta ahora les ha funcionado bién. El insufrible, con ayuda de la camorra periodística, logró ser pesidente del gobierno y al tonto de hojalata le sirve para no marcharse a su registro de la propiedad con la cabeza gacha y el puro entre las piernas.

Aprendamos a separar lo importante de lo publicitado y a pensar que no todo lo que sale en la prensa es cierto. Por aprender, aprendamos que hasta este artículo está escrito desde un punto de vista nada objetivo y que no hay una sóla verdad. Y sobre todo aprendamos que quién más quiere llevar la razón, casi nunca la tiene.

Salud, más lectura y menos TV.

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