domingo, 7 de febrero de 2010

El amor de la hojalata


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Siempre había pensado que un nacionalista es aquel que ama a su patria (la que sea) sobre todas las cosas y de una manera enfermiza. Así, un nacionalista catalán es el que quiere lo mejor para Cataluña y por ende su independencia, ya que ligada al estado español no puede alcanzar esa plenitud de bienestar. De la misma manera un nacionalista francés debe de ser aquel que sobrestima la nación gala y que cree que es la mejor de las patrias posibles y superior al resto.
Ahora bien, puestos a pensar, ¿qué es un nacionalista español? ¿qué representa?. Hasta ahora, siempre se ha pensado que un nacionalista español era un patriota español. Alguien que enfermiza y equivocadamente defiende una superioridad de la raza, del pueblo español sobre los demás pueblos, y sobre todo, que ama a los españoles y que procura su bien. Franco se declaraba nacionalista español. El insufrible gastador de botellas también y el hazmellorar de ejpaña, paña no sólo es nacionalista sinó que además lo es de hojalata.
Bien, puestos a definir, me pregunto si un nacionalista español se dedicaría a poner zancadillas al gobierno de España en el extranjero. Me pregunto también si es capaz de mentir hasta hacer que los inversores tengan pánico y acaben saliendo corriendo de su patria. Me pregunto también si un nacionalista que controla por medio de consejos de administración, los cuartos de un montón de sociedades, sería capaz de sacar todas sus inversiones de una entidad bancaria hasta hacer, no sólo que peligre esa entidad, sino todo el sistema bancario se su amada nación.
Me pregunto también cuánto debe de amar a su país un fulano que no aporta ni una sóla idea, ni un sólo proyecto, pero que está todo el día desde que se levanta hasta que se acuesta, proclamando a los cuatro vientos que no hay gobierno en su país, que el gobierno lo hace todo rematadamente mal (lo que es incoherente, porque o no hay gobierno o lo hacen mal, pero las dos cosas son imposibles).
También me pregunto qué tipo de amor es el que obliga a un partido de patriotas a no pactar para renovar instituciones judiciales de su amado país. Que prefiere que todas esas instituciones estén atascadas antes que negociar.
Y por último me pregunto cuánto amor deben rebosar los hojalateros de essssssssspaña, para preferir que se hundan todas las economías del estado, que la gente pase hambre, que se desboque el paro, que no haya inversión extranjera, que se desplome la bolsa y que se acabe el estado de bienestar y todo con el único fin de volver a hacerse con el gobierno.

Ya se que ellos son inmensamente ricos y que por muchas calamidades que ocurran, a ellos, no se les acercarán ni de refilón. Pero si fuera mal pensado y si tuviera la mitad de la mala leche que ellos rezuman, pensaría que en el gobierno de el estado hay mucho dinero en juego con que llenar las maletas. Muchos trajes con los que vestirse. Muchos espías con los que seguir a los irreverentes y sobre todo, muchas empresas para regalar y con las que contratar.


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