domingo, 21 de febrero de 2010

Pitar es libertad de expresión

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Ayer nuevamente, en la final de la copa del Rey, esta vez de Baloncesto, y al igual que la final de Mestalla entre el Barcelona y el Athlétic de Bilbao cuando el jefe de ventas de esssspaaañña entraba en el pabellón y se entonaba el himno nacional, el público le acogió con pitidos y peinetas (imitando al insufrible).

Hoy, seguro que toda la prensa que da apoyo al trincofascismo clamará al cielo por lo sucedido en Bilbao. Partiendo de la base de que todo el mundo, incluso el Jefe de Ventas, merece un respeto (lo digo por las peinetas) cada cual que exprese su opiniones acerca de los demás, como le plazca mientras no se use la violencia ni los actos soeces. Y para todos esos demócratas que dan lecciones de libertad pero que nunca pasan la ocasión de criticar e incluso llevar a los tribunales un suceso así, podríamos poner el ejemplo contrario. Imaginemos que Arnaldo Otegui fuera el Lendakari Vasco y que se éste acudiera al palco del Bernabeu a un partido R. Madrid- Athlétic de Bilbao. Imaginemos también (aunque para esto no hace falta mucha imaginación) que fuera recibido con una gran pitada por los seguidores blancos. ¿Qué dirían sobre ese suceso los canallas de la mendaz Razón, del ABC o del inmundo periódico de Pedro Jeta? Me jugaría un dedo de la mano a que justificarían el suceso con titulares como "el que siembra truenos recoge pitidos" "Pitidos al asesino Vasco" o alguno por el estilo.

El Jefe de Ventas del estado español, debería saber que hay gente a la que no nos gusta. Que si uno va al País Vasco (al que tiene perfecto derecho a acudir como cualquier otro ciudadano de este país) dónde no se le quiere, le puede suceder algo así, que no deja de ser una expresión de la libertad democrática y algo normal. Los que nos dan lecciones de democracia, pero que se empeñan en no admitir ningúna acto que vaya contra sus creencias, pensamientos o personas, deberían saber que, al igual que ellos piden en sus mítines que ZP dimita, otros tenemos todo el derecho de pitar a quién no nos gusta, a quién nos parece una rémora para el déficit público y para un estado libre e igualitario.

Hoy será un día lleno de tenebrosos titulares sobre la democracia, la libertad y en la que se ensalzará y mitificará la figura del Borbón. Hoy será otro día en el que los que paseaban al rejuntaguas bajo palio y acudían gustosos a la Plaza de Oriente, volverán a darnos extensas lecciones de democracia y libertad. Democracia y Libertad que creen que consiste en hacer, ver y decir lo que ellos nos dicen, nos cuentan y nos intentan camelar.

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