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Cuando a un trincofascista le pillan con el carrito de los helaos, siempre alega presunción de inocencia. Este derecho ha acabado siendo la puerta trasera por la que los correosos trincofascistas despachan la mierda, para poder salir indemnes y en loor de multitudes por la puerta principal.
Que la presunción de inocencia no existe o sólo existe para los de siempre, es una sensación que está en la calle.
Igualmente se dice que la justicia es independiente, objetiva y justa. Pero la impresión que el ciudadano tiene es todo lo contrario. Si un servidor le pillan robando nueces del árbol del vecino y quién debe decidir si le debe pagar las nueces es mi amigo al que le he regalado las nueces, al que le invité a mi boda, con el que he estado de cañas la noche anterior, con quién me he ido de vacaciones y del que soy padrino de sus hijos, no cabe la menor duda que este amigo mío no está capacitado para decidir algo que me perjudica y que muy probablemente inventará algo para que yo no sea perjudicado.
Veamos ahora un caso real. Un juez presidente de la máxima institución judicial de una Comunidad Autónoma, se reúne en secreto para comer con el Consejero de Interior de esa Comunidad a los pocos días de que un gran escándalo de corrupción salpique al partido que ostenta el Gobierno de esa Comunidad. Cuando son pillados in fraganti, dicen que se trata de una comida de trabajo y el juez reconoce públicamente que han hablado del caso de corrupción pero que no sobre su actuación en el mismo.
Otro juez, hermano de un acusado de otro escándalo del mismo partido que ostenta el poder en la misma Comunidad Autónoma y que cuando se presenta la denuncia de irregularidades en un Ayuntamiento cuyo Alcalde es del mismo partido de los dos presuntos casos de corrupción, éste juez ordena su archivo. Esa denuncia luego da lugar al gran caso de corrupción por el que se reunieron el otro juez y el Consejero de Interior. ¿Qué pensamos si leemos esto asépticamente independientemente de cuáles sean los partidos y los casos de corrupción? Pues probablemente que ambos jueces no deberían intervenir en ninguno de los procedimientos mencionados. Eso sería lo moralmente aceptable y lo lógico en una justicia justa (valga la redundancia), objetiva e independiente.
Pero resulta que el juez que se reunió "de extranjis" con el Consejero de Interior y Justicia es el Presidente del Tribunal Superior de Madrid, Francisco Javier Viera, natural de Valladolid y con la mayor parte de su carrera judicial formada en Burgos. El otro asistente a la comida mencionada es el Secretario General del PP Francisco Granados. También resulta que el Juez que archivó la querella contra el PP del grupo municipal Alternativa por Boadilla contra la adjudicación a la empresa UFC de una parcela para construir 140 viviendas y que más tarde fue primordial en la investigación del caso Gürtel, es Emilio Fernández de Castro, hermano de un investigado en el caso Guateque y curiosamente es el Juez que archivó la denuncia contra Tamyo&Saez por la espantada que dio al traste con el gobierno del PSOE en la Comunidad de Madrid.
Bien, ambos son dos de los encargados de decidir si declaran ilegales las escuchas ordenadas por Garzón en el caso Gurtel. Y parece que van a dictaminar que se anulen como pruebas, lo que dará al traste con todo el caso y hará que el Gurtel se lo lleve el camión de la basura y los correosos trincofascistas salgan aclamados por la puerta principal y que sigan trincando a gusto.
¿Cómo es posible que estos jueces, vinculados como se ve al PP, sean los encargados de decidir sobre algo en este caso? Existe una virtud moral llamada vergüenza. Estos la tienen atrofiada. Luego están los que se llenan la boca de decir que respetan las decisiones judiciales cuando les benefician o cuando están de acuerdo con ellas y linchan a los jueces cuando éstos intentan investigar sus chanchullos. ¿Dónde está la presunción de inocencia de Garzón? ¿Dónde está la presunción de inocencia, cuándo un anormal parlamentario europeo que no asiste a ese parlamento pero que le pagan por ello, decide inventarse una supuesta negociación de ZP con los hijoputas de la ETA y decir que ZP y los hijoputas comparten estrategia?¿Dónde estuvo la presunción de inocencia del Doctor Montes?.
Nos cansamos una y otra vez en ver lo que tantos millones de seres televidentes no ven. Nos cansamos en denunciar la doble vara de medir de los trincofascistas. Nos cansamos de denunciar presuntos casos de corrupción: Gurtel, Guateque, Diputación de Castellón, Tierra Mítica, Baleares, etc, etc. Casos en los que no se trata de que un alcalde se embolse unos cuantos miles de euros, sino en financiación ilegal, millones de euros apropiados indebidamente, extorsión, prevaricación, intromisión, obstrucción de la acción de justicia, etc, etc. Y ellos salen indemnes de todos ellos y siguen haciendo de las suyas. Y hay diez millones de estúpidos que les jalean y defienden. Diez millones que no dudan en emitir su voto favorable hagan lo que hagan. Y lo peor de todo, tenemos que ir con pies de plomo sobre lo que decimos y escribimos porque nos vemos cualquier día con nuestros huesos en la trena, mientras los delincuentes de guante gris fuman habanos en sus casas y siguen comprando a dos, recalificando y vendiendo a quince.
No sé si este sistema es la Democracia, pero si lo es, no me gusta porque esta prostituido. Los de siempre se apropian de lo que los ciudadanos no les damos y que otros se encargan de legalizar. Este sistema es una mierda y los que lo controlan, asquerosos. Está claro que las transiciones pacíficas no funcionan porque los del régimen anterior acaban usando el dinero robado entonces, para adquirir más riqueza a base de la extorsión legal, adquirir el Gobierno a base de la desinformación y controlar las instituciones a base de talibanes políticos que controlan que nadie se pase de su raya.
Debemos encontrar la manera de que todos estos sinvergüenzas acaben pisando la trena, de que devuelvan lo robado y de que todos los cómplices acaben fregando los pasillos de Alcalá-Meco.
Salud, integridad, lucha y publicidad.
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Cuando a un trincofascista le pillan con el carrito de los helaos, siempre alega presunción de inocencia. Este derecho ha acabado siendo la puerta trasera por la que los correosos trincofascistas despachan la mierda, para poder salir indemnes y en loor de multitudes por la puerta principal.
Que la presunción de inocencia no existe o sólo existe para los de siempre, es una sensación que está en la calle.
Igualmente se dice que la justicia es independiente, objetiva y justa. Pero la impresión que el ciudadano tiene es todo lo contrario. Si un servidor le pillan robando nueces del árbol del vecino y quién debe decidir si le debe pagar las nueces es mi amigo al que le he regalado las nueces, al que le invité a mi boda, con el que he estado de cañas la noche anterior, con quién me he ido de vacaciones y del que soy padrino de sus hijos, no cabe la menor duda que este amigo mío no está capacitado para decidir algo que me perjudica y que muy probablemente inventará algo para que yo no sea perjudicado.
Veamos ahora un caso real. Un juez presidente de la máxima institución judicial de una Comunidad Autónoma, se reúne en secreto para comer con el Consejero de Interior de esa Comunidad a los pocos días de que un gran escándalo de corrupción salpique al partido que ostenta el Gobierno de esa Comunidad. Cuando son pillados in fraganti, dicen que se trata de una comida de trabajo y el juez reconoce públicamente que han hablado del caso de corrupción pero que no sobre su actuación en el mismo.
Otro juez, hermano de un acusado de otro escándalo del mismo partido que ostenta el poder en la misma Comunidad Autónoma y que cuando se presenta la denuncia de irregularidades en un Ayuntamiento cuyo Alcalde es del mismo partido de los dos presuntos casos de corrupción, éste juez ordena su archivo. Esa denuncia luego da lugar al gran caso de corrupción por el que se reunieron el otro juez y el Consejero de Interior. ¿Qué pensamos si leemos esto asépticamente independientemente de cuáles sean los partidos y los casos de corrupción? Pues probablemente que ambos jueces no deberían intervenir en ninguno de los procedimientos mencionados. Eso sería lo moralmente aceptable y lo lógico en una justicia justa (valga la redundancia), objetiva e independiente.
Pero resulta que el juez que se reunió "de extranjis" con el Consejero de Interior y Justicia es el Presidente del Tribunal Superior de Madrid, Francisco Javier Viera, natural de Valladolid y con la mayor parte de su carrera judicial formada en Burgos. El otro asistente a la comida mencionada es el Secretario General del PP Francisco Granados. También resulta que el Juez que archivó la querella contra el PP del grupo municipal Alternativa por Boadilla contra la adjudicación a la empresa UFC de una parcela para construir 140 viviendas y que más tarde fue primordial en la investigación del caso Gürtel, es Emilio Fernández de Castro, hermano de un investigado en el caso Guateque y curiosamente es el Juez que archivó la denuncia contra Tamyo&Saez por la espantada que dio al traste con el gobierno del PSOE en la Comunidad de Madrid.
Bien, ambos son dos de los encargados de decidir si declaran ilegales las escuchas ordenadas por Garzón en el caso Gurtel. Y parece que van a dictaminar que se anulen como pruebas, lo que dará al traste con todo el caso y hará que el Gurtel se lo lleve el camión de la basura y los correosos trincofascistas salgan aclamados por la puerta principal y que sigan trincando a gusto.
¿Cómo es posible que estos jueces, vinculados como se ve al PP, sean los encargados de decidir sobre algo en este caso? Existe una virtud moral llamada vergüenza. Estos la tienen atrofiada. Luego están los que se llenan la boca de decir que respetan las decisiones judiciales cuando les benefician o cuando están de acuerdo con ellas y linchan a los jueces cuando éstos intentan investigar sus chanchullos. ¿Dónde está la presunción de inocencia de Garzón? ¿Dónde está la presunción de inocencia, cuándo un anormal parlamentario europeo que no asiste a ese parlamento pero que le pagan por ello, decide inventarse una supuesta negociación de ZP con los hijoputas de la ETA y decir que ZP y los hijoputas comparten estrategia?¿Dónde estuvo la presunción de inocencia del Doctor Montes?.
Nos cansamos una y otra vez en ver lo que tantos millones de seres televidentes no ven. Nos cansamos en denunciar la doble vara de medir de los trincofascistas. Nos cansamos de denunciar presuntos casos de corrupción: Gurtel, Guateque, Diputación de Castellón, Tierra Mítica, Baleares, etc, etc. Casos en los que no se trata de que un alcalde se embolse unos cuantos miles de euros, sino en financiación ilegal, millones de euros apropiados indebidamente, extorsión, prevaricación, intromisión, obstrucción de la acción de justicia, etc, etc. Y ellos salen indemnes de todos ellos y siguen haciendo de las suyas. Y hay diez millones de estúpidos que les jalean y defienden. Diez millones que no dudan en emitir su voto favorable hagan lo que hagan. Y lo peor de todo, tenemos que ir con pies de plomo sobre lo que decimos y escribimos porque nos vemos cualquier día con nuestros huesos en la trena, mientras los delincuentes de guante gris fuman habanos en sus casas y siguen comprando a dos, recalificando y vendiendo a quince.
No sé si este sistema es la Democracia, pero si lo es, no me gusta porque esta prostituido. Los de siempre se apropian de lo que los ciudadanos no les damos y que otros se encargan de legalizar. Este sistema es una mierda y los que lo controlan, asquerosos. Está claro que las transiciones pacíficas no funcionan porque los del régimen anterior acaban usando el dinero robado entonces, para adquirir más riqueza a base de la extorsión legal, adquirir el Gobierno a base de la desinformación y controlar las instituciones a base de talibanes políticos que controlan que nadie se pase de su raya.
Debemos encontrar la manera de que todos estos sinvergüenzas acaben pisando la trena, de que devuelvan lo robado y de que todos los cómplices acaben fregando los pasillos de Alcalá-Meco.
Salud, integridad, lucha y publicidad.
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