:-(
Veo en la tele como unos niñatos acomplejados abuchean e intentan agredir al Rector de la Universidad complutense de Madrid, Carlos Berzosa. No me parece mal que los estudiantes expresen discrepancias y que se involucren en los temas que les preocupan. Y si no me pareció mal que estudiantes de la Universidad de Oviedo llamaran al insufrible por su nombre e intentaran reventar su charla en el adoctrinamiento del odio, y si tampoco me pareció mal que los de la Universidad de Barcelona intentaran decirle a la megapija, patriota española y generadora también de odio, que no se puede ser más simple, no puede parecerme mal que los estudiantes de Madrid le digan al rector lo que piensan.
El problema de todos estos desencuentros en la universidad está en que muchos pensamos que cuando no hay forma de poder expresar lo que uno siente, cuando uno ve que todo se va al traste, que no hay forma de hacerse ver, oír y reclamar mientras que otros pueden poner querellas inconsistentes contra los que no piensan como ellos y se admiten a trámite, cuando todo esto pasa muchos creemos que la única forma que queda de expresión es la violenta. Es de la única forma en que los voceros de la prensa se hacen eco de sus reivindicaciones.
Pero lo que más me llama la atención es el pasotismo general de la universidad ante la situación actual. Porque lo del isufrible, lo de la megapija y lo del Rector Berzosa son chorradas comparadas con lo que está cayendo. Los estudiantes se movilizan puntualmente porque el presunto genocida intenta soltar su mal olor verbal, porque la megapija intenta llamar fascistas a los nacionalistas catalanes y porque ella se cree demócrata porque es nacionalista española. Y lo de Madrid es para nota. Una panda de hijos de papa de provincias, porque no hay que olvidarse de quién puede acudir a un colegio mayor aunque sea público. Por si no estáis enterados la pensión completa está alrededor de los 1000 euros mensuales. Bien pues esta pandilla de señoritos de provincias se han enfadado con Berzosa porque quiere que los colegios mayores sean mixtos. Ayer decía uno de estos atolondrados que los colegios mayores deben ser de chicos porque las cosas que hacen los chicos sólo deben saberlas los chicos. Como se ve un argumento de peso. Aún así veía hoy en la tele mandíbulas desencajadas, espumas en las bocas y ojos desencajados por el odio.
¿Cómo es posible que estas nimiedades enciendan tanto a los estudiantes y sin embargo, el robo, la extorsión, la prevaricación y las distintas varas de medir de nuestros políticos les provoquen pasotismo y somnolencia?
Creo firmemente que se hace imprescindible una asignatura que enseñe valores, esfuerzo, lucha para conseguir lo que uno quiere, solidaridad, tolerancia con el distinto y constancia. Mientras nuestros estudiantes crean que papá puede conseguirles todo lo que quieren y que no merece la pena luchar por nada porque todos los políticos son iguales estaremos creando una sociedad injusta, dónde el poderoso podrá campar a sus anchas y dónde el pueblo seguirá siendo una mera comparsa.
Salud, lucha, constancia, más lectura y menos TV.
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Veo en la tele como unos niñatos acomplejados abuchean e intentan agredir al Rector de la Universidad complutense de Madrid, Carlos Berzosa. No me parece mal que los estudiantes expresen discrepancias y que se involucren en los temas que les preocupan. Y si no me pareció mal que estudiantes de la Universidad de Oviedo llamaran al insufrible por su nombre e intentaran reventar su charla en el adoctrinamiento del odio, y si tampoco me pareció mal que los de la Universidad de Barcelona intentaran decirle a la megapija, patriota española y generadora también de odio, que no se puede ser más simple, no puede parecerme mal que los estudiantes de Madrid le digan al rector lo que piensan.
El problema de todos estos desencuentros en la universidad está en que muchos pensamos que cuando no hay forma de poder expresar lo que uno siente, cuando uno ve que todo se va al traste, que no hay forma de hacerse ver, oír y reclamar mientras que otros pueden poner querellas inconsistentes contra los que no piensan como ellos y se admiten a trámite, cuando todo esto pasa muchos creemos que la única forma que queda de expresión es la violenta. Es de la única forma en que los voceros de la prensa se hacen eco de sus reivindicaciones.
Pero lo que más me llama la atención es el pasotismo general de la universidad ante la situación actual. Porque lo del isufrible, lo de la megapija y lo del Rector Berzosa son chorradas comparadas con lo que está cayendo. Los estudiantes se movilizan puntualmente porque el presunto genocida intenta soltar su mal olor verbal, porque la megapija intenta llamar fascistas a los nacionalistas catalanes y porque ella se cree demócrata porque es nacionalista española. Y lo de Madrid es para nota. Una panda de hijos de papa de provincias, porque no hay que olvidarse de quién puede acudir a un colegio mayor aunque sea público. Por si no estáis enterados la pensión completa está alrededor de los 1000 euros mensuales. Bien pues esta pandilla de señoritos de provincias se han enfadado con Berzosa porque quiere que los colegios mayores sean mixtos. Ayer decía uno de estos atolondrados que los colegios mayores deben ser de chicos porque las cosas que hacen los chicos sólo deben saberlas los chicos. Como se ve un argumento de peso. Aún así veía hoy en la tele mandíbulas desencajadas, espumas en las bocas y ojos desencajados por el odio.
¿Cómo es posible que estas nimiedades enciendan tanto a los estudiantes y sin embargo, el robo, la extorsión, la prevaricación y las distintas varas de medir de nuestros políticos les provoquen pasotismo y somnolencia?
Creo firmemente que se hace imprescindible una asignatura que enseñe valores, esfuerzo, lucha para conseguir lo que uno quiere, solidaridad, tolerancia con el distinto y constancia. Mientras nuestros estudiantes crean que papá puede conseguirles todo lo que quieren y que no merece la pena luchar por nada porque todos los políticos son iguales estaremos creando una sociedad injusta, dónde el poderoso podrá campar a sus anchas y dónde el pueblo seguirá siendo una mera comparsa.
Salud, lucha, constancia, más lectura y menos TV.
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