miércoles, 3 de marzo de 2010

Los blogs: nuevos bares sin cacahuetes.

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Ayer fue un día horrible. El amigo Luis, tan mordaz como siempre, escribió un artículo en su bitácora sobre los que opinamos. Y me hizo pensar. Y como él viene a decir, es verdad que en la mayor parte de las ocasiones opinamos de oídas. Nuestra opinión se basa fundamentalmente en lo bien o lo mal que nos caiga "el o sobre" lo que opinamos. Y lo peor de todo no es que quien opina sin conocimiento ni causa sea alguien que dedica su tiempo libre a expresar y hacerles ver a los demás que tiene algo que decir y que usa este invento llamado blogs para dirigirse a desconocidos buscando apoyo moral. Lo peor de todo es que los que viven de esto también opinan de oídas. Y en algunos casos con la intención de crear escuela y, en otros, con la intención de saldar cuentas. Y que conste que no me parece mal. Allá cada cual con sus miserias. Y si alguien le pagan por escribir panfletos revisionistas sobre la historia o libros sobre la historia que son novelas de miedo, será porque tiene lectores. Así mismo si alguien tiene un blog en un periódico y diariamente escribe lo que quiere y los que editan ese periódico le mantienen en la red será porque les interesa y porque lo que dicen le interesa a la gente.

Lo que pasa es que muchos buscan en este tipo de bitácoras, alguien con quién identificarse y además confunden la opinión con la noticia. Cuando esto sucede suelen dejar exabruptos e intentan descalificar al que escribe.

También hay quienes a través de este medio intentan crear opinión. Los hay tambien que intentan estar en posesión de la única verdad. Los más peligrosos son los que manipulan con el fin de hacer daño a alguien y hacerle pagar viejas afrentas como el "NO A LA GUERRA".

Y, ahora, como una servidora (como diría mi cada día más admirado Antoñito) no puede dejar de opinar, aunque sea de oídas y no se resiste a darle un repaso a la actualidad y un palito a quien cree que se lo merece, paso a dar mi opinión un día más sobre lo que quiero y me da la gana. Todo ello sin ningún ánimo de crear opinión, ni de hacer daño a nadie, ni de manipular (al menos intencionadamente). Simplemente por el gusto de escribir, de comunicarle a la gente lo que pienso de cada tema que propongo y con el úncio fin de que me lea el mayor número de gente posible, pero no para que me den la razon (como a los tontos) sino para comunicarles lo que siento y que ellos me reprendan si lo sienten, o me intenten convencer de lo contrario, o mejoren mis pensamientos, o me den "un palito" o simplemente lean y callen (luego otorgan).

Una vez desahogado de esta filosofía que me ha tenido corroyéndome toda la tarde, empiezo de nuevo. Ayer fue un día horrible. Ayer vi como los medios linchaban a una persona a la que admiro porque creo que es comprometida con sus ideas e íntegra. Ayer, todo el mundo, desde la trincofascista hasta la rosacealiberal, pasando por la caverna mediática y hasta personas a las que también admiro como Don Manolo Saco , acabaron dándole hostias al pobre Willy Toledo hasta en el carnet de identidad. Y digo que fue un día horrible porque he visto el vídeo en el que expresa una opinión y que tantas tintas ha sembrado, al menos en cuatro ocasiones. Y por más que intento ver y escuchar lo que la caverna le acusa, no lo veo ni lo escucho por ningún lado. Y ya no se si es que estoy tan capciosamente inclinado hacia una posición que no soy capaz de ver lo que otros ven, o simplemente es que el señor Toledo no dijo lo que los demás dicen que dijo.

Y lo que más me duele, es que estoy casi seguro que la mayor parte de los que le han criticado por lo que dijo, ni se han molestado en ver las declaraciones. Simplemente son la comparsa de un mundo en el que vivimos dónde hay gente muy interesada en crear opinión. Opinión que luego se refleja en urnas, gobierno, poder, dinero. Y que saben perfectamente que este es un mundo de analfabetos de pensamiento. Gente que su vida se rige por los impulsos de lo que cuentan las queridas de toreros en la televisión. Y eso me duele. No porque pueda estar equivocado y todo el mundo lleve razón, sino porque la gente no opina sino que asevera o contradice lo que otros dicen según su parecer. Sin conocimiento y sin pensamiento. Y ahí es dónde creo que el magnífico Luis (spanjaard) lleva razón. ¿Quiénes somos nosotros, que no hemos salido del pueblo para saber lo que pasa en Cuba, Colombia o Astados Unidos (Malatesta, te debo una)? Nos creemos lo que vemos en la tele y a lo peor estamos todos metidos en un gran hermano mundial. Y el regidor del programa se descojona cada vez que emitimos un jucio sin tener ni puta idea.

No se casi na, pero de lo que estoy casi seguro es de que Willy no se merecía los palos y que no dijo lo que dicen que dijo.

Salud, pensamiento diverso y disperso, más lectura y menos TV.

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