miércoles, 7 de abril de 2010

Matas, los hijosdalgo y los hideputas

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Al final, Matas ha conseguido pagar la finaza de tres millones de euros. Y la ha pagado en efectivo. Unos dicen que con un préstamo del Santander, otros que con uno del Banesto (que dirige la hija de Botín) y otros que un “amigo del alma” llamado Domingo y Consejero Delegado del Banco de Valencia (otra vez Valencia de por medio, ¿porqué será?) le ha dejado la pastuqui hasta que otro banco le de un crédito hipotecario con la garantía de sus bienes.
Y aquí, algo me huele mal. Sea cual sea el banco que le ha dado la pasta, hay que recordar que dos de las tres viviendas de Matas ya están hipotecadas, por lo que hay que preguntarse porqué el banco “X” le fía si lo que tiene ya no es fiable. Y además estos inmuebles forman parte de la trama (por adquisición sin justificación). Y este tipo de preguntas debiera hacérselas la fiscalía anticorrupción. Se supone que la pasta de la fianza debe de ser en dinero “blanco”. Entonces cabe preguntarse de dónde ha salido. Si los bancos le avalan porque sí están actuando de forma, además de inmoral, ilegal. Y si le avalan porque tiene más de tres millones en dinero negro también es ilegal. La fiscalía anticorrupción debería interponer un recurso para que explique de dónde ha sacado la pasta y si es por aval, que lo explique el banco. Tres millones de euros no son calderilla que te deja un colega para tomar café.
También podría suceder que quién le ha prestado la tela, sea la propia organización del trinque. Y entonces deberían también justificar de dónde ha salido tanta pasta. Aunque ellos se encarguen de pregonar a los cuatro vientos que no hay financiación en B, los mortales del otro lado de la raya del bien, cada día tenemos más sensación de que el PPITO (Partido para la institucionalización del Trinque Oligárquico) no sólo se nutre de regalos, primas y comisiones por obras públicas sino que su último y principal fin es ese.
Hay que recordar que en España siempre han existido los hidalgos. Gente dada a vivir sin el esfuerzo del trabajo y de un don obtenido por la gracia de su dios. El trabajo embrutece y ellos son de categoría especial y por eso el trabajo es un castigo (también para mi, pero me aguanto) y hay que vivir cojonudamente sin pegar ni chapa.
Hasta la llegada de la ilustración, sus rentas provenían de los diezmos en el caso de los más agraciados por dios y del servicio militar y del arrample en batallas y asedios. Desde la llegada de la ilustración los más agraciados por su dios vivían siendo cortesanos (o sea de la gracia del rey o de la cama de la reina) y el resto empezó a dedicarse a la política bajo distintos nombres: liberales, radicales, o derechistas.
Por tanto, hay que tener en cuenta que ellos están acostumbrados a vivir de las rentas y cuando éstas no existen, acaban inventándolas en forma de comisión, regalo, o factura que paga algún amigo.

Salud, lazarillos, cortesanos, hijosdalgo e hideputas.

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P.D.: Parece que la fianza se ha pagado con un prestamo puente de dos entidades:Banco de Valencia y la Caja de Arquitectos con 1,5 millones cada una.

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