Decíamos ayer que la fiscalía debería indagar de dónde salió la fianza de Matas. Hoy ya sabemos que la ha pagado un "a
migo del alma" con el dinero de los clientes del banco que le paga y a los que no parece que cuide. Porque quién dió la orden del pago, en dos ramificaciones para despistar o para ocultar, es uno de esos personajes que pululan por tantas y tantas cajas de ahorro, puestos por un político. Y para más desazón y más cabreo quién puso a este individuo es el que compraba los trajes con el dinero de la Caja de la Farmacia de su mujer, a la sazón implicado también en el Gürtel y al que otro amigo del alma lo sacó del mismo a base de sobreseimiento del proceso. Bien ahora que ya sabemos que la pastuqui se la ha dejado el Banco de Valencia, entidad de la que es dueña en un 35% Bancaja que es la caja de la comunidad que desgobierna el de los trajes, el juzgado y la fiscalía deberían ponerse manos a la obra y preguntarle a ese Banco las causas para el préstamo y el tipo de aval que ha presentado. Y el Presidente del Banco de España, debería controlar si el riesgo se sale de lo legalmente establecido y tomar medidas. A no ser claro que el meritorio por consanguinidad esté mas preocupado por joder al gobierno que en ejercitar las funciones que tiene asignadas.Lo que más me enrabia, es que estos nuevos fascistas de la democracia, usan las instituciones para ejercer su dictadura. Que un amigo necesita un aval, ahí está el banco que aunque no es de ellos, controlan para ayudarle como Don Vito ayudaría a un miembro de la "otra" cosa nostra. Que otro amigo necesita forrarse, siempre hay eventos que montar (viajes papales, fórmulas 1, etc) y que adjudicar a dedo. Y sobre todo me encabrona meritoriamente lo que hoy ha sucedido en el Cabanyal. Usar la policía que pagan todos los valencianos para que se líe a hostias a diestro y siniestro contra la gente que se manifiesta y utiliza medidas legales para impedir que se haga una ilegalidad es ya el colmo de la democracia. Contra los derribos del Cabanyal hay una orden ministerial (y recuerdo a los posibles lectores que la normativa nacional prevalece siempre sobre la autonómica). El gobierno fascista de la Comunidad de Valencia intenta pasársela por el escroto con una normativa autonómica aprobada en un parlamento que controlan mayoritariamente y derribar las viviendas. Los jueces valencianos no hacen nada por evitarlo cuando el derribo es irrecuperable. Hasta ahora, cuando el posible daño era irreversible, siempre se paralizaba la obra precisamente para evitar el daño irreparable.
En este cada día peor país para estar, hay mucha gente que idolatra a la policía. No negaré que tengo fobia (desde niño) a cualquier cuerpo policial. Y lo que hoy he visto en Valencia no hace sino aumentarla. Nadie debe liarse a porrazos con gente pacífica y debería haber alguien que le quitara la porra, la placa y la pistola a quién se aprovecha de su cargo para ejercer una violencia inusitada y desmedida y si no meterle la porra por el culo, al menos inhabilitarle para siempre para esas funciones. Que un policía use la porra como martillo contra una mano que se asía a una excavadora para no caerse es de juzgado de guardia. Que un madero use la porra para ensañarse contra la cabeza de un individuo que está sentado pacíficamente en medio de la calle es para invitarle a tomar su propia medicina. Me cabrea sobremanera que un montón de "equidistantes" pasotas ejerzan su voto de manera tan vil y tan irresponsable. No se puede votar a quién usa el poder para su beneficio y para hacer de su capa un sayo.
Último encabronamiento:
Veo a la Rancia decir en la Asamblea de Madrid, sin el menor rubor, que fue ella quien levantó la Gürtel. Si no tuviéramos memoria habríamos olvidado que esta tiparraca, ante la denuncia de uno de los suyos dijo aquello de que todo eran cosas sin importancia y sin conexión sacadas de tiesto para desestabilizar al partido pa trincar.
Hay que joderse la jeta que tiene este peligroso personaje, que igual que le da un terreno público a un amiguete para que construya un campo de golf, que monta un sistema de espías contra sus oponentes, que le llama hijoputa a uno de los suyos o intenta salir de la quema a base de mentir sin el menor rubor.
Deberían los votantes tomar nota y actuar con sentido y responsabilidad.
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