lunes, 26 de abril de 2010

Señoritos, demócratas orgánicos y trincofascistas

---
Hay un anciano en mi pueblo, que, cuando le dicen que Franco era un dictador, dice que de eso nada, que con Franco había una democracia orgánica, en la que se votaba de vez en cuando y en la que los procuradores a cortes eran elegidos desde las instituciones que representaban al pueblo.

Por supuesto este hombre ahora vota al PP y sigue creyendo que los comunistas somos gente con rabo en el culo y cuernos de cabra.

Este hombre no es un caso único y especial. No. Este hombre es el votante tipo de una España que se sigue sintiendo que ganó una guerra y que unos cuantos rojos de mierda les han quitado la victoria. Y los correosos dirigentes de la trincofascista, hambrientos como están de votos, lo saben y actúan y ejercen para ese tipo de votantes. Recuerdo que hace algunos años, el techo de Fraga estaba en los 110 diputados. Entonces el discurso de los peperos, aunque parezca mentira, era de una derecha moderada y democrática que se esforzaba en que no le recordasen que venían de ser cómplices de la dictadura. En esto que llegó el insufrible y sabiendo que si no cambiaba de estrategia no podía ganar, empezó un discurso cada vez más escorado a la extrema derecha con el fin de sumar los votos de Fuerza Nueva, de la Falange y de todos esos grupos fascistas que por si solos no representan nada , pero que, sumados consiguieron aupar al gobierno al enano acomplejado e insufrible.

Pasados unos cuantos años, el discurso se ha ido escorando más y más hacia la extrema derecha porque necesitan todos los votos posibles. Ese discurso ha encabronado a la media España que estábamos dispuestos a olvidar, a perdonar lo que nos hicieron a nosotros y a nuestros antepasados y a seguir adelante. Ahora ellos dicen que somos nosotros los seguimos mirando atrás y los que no queremos pasar página. Es otra de sus muchas mentiras. En su acoso y derribo a todo lo que no sea lo que ellos predican, llenan de odio a sus seguidores a base de mentir, mentir y mentir.

Cuando son ellos los que le niegan legitimidad al supremo para cerrar la investigación del 11-M porque siguen interesados en que fuera ETA y no los islamistas los que provocaron la mayor masacre de la historia de este país, no están intentando menospreciar a los jueces ni amedrentarlos, entonces, sólo están ejerciendo la libertad de no estar de acuerdo con ellos. Cuando salen a la calle a manifestarse porque al HP De Juana Chaos, el supremo le ha reducido la pena, cuando se manifiestan contra la ley del aborto aprobada por un gobierno salido de las urnas, cuando le llaman bobo solemne y otras muchas cosas peores al Presidente del Gobierno, entonces no están poniendo en peligro la democracia sino manifestándose conforme a los principios democráticos.

Ya no es un problema de doble rasero, ni siquiera un problema de rapiña política. Es un problema de difícil solución. Un problema que si, estuviéramos en el siglo XVIII sólo podría solucionarse a base de guillotinas como en Francia o de fusilamientos como en la Rusia del 18. Este país carece de revolución y ahí está el problema. Porque los de siempre, los que llevan diez siglos explotando, viviendo de la explotación de los que creen que están para servirlos, no están dispuestos a evolucionar. En época de crisis siempre hay un escoramiento hacia la derecha. En este puñetero país, salvo un año a finales del siglo XIX y apenas un lustro en el siglo XX, siempre hemos estado bajo la explotación de los señoritos. Los que se empeñan en vivir en la opulencia a base de quitárselo a los pobres cuitados que malviven para llegar a fin de mes. Es decir que la extrema derecha ha sido nuestra dueña y cuando ven peligrar su primacía, intentan por todos los medios no perder su condición, ni el poder.

Imagen http://www.larevolucionvive.org.ve/IMG/jpg/caricaturas-19-g.jpg

***