domingo, 13 de junio de 2010

Ya lo harán los demás....

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Hoy 13 de junio Nacho escolar propone una serie de encuestas sobre la reforma laboral. Llámame mucho la atención que mientras la gran mayoría (de los que han votado) se opone a la reforma y piensa que la reforma no creará empleo, la mayoría además no haría una huelga general como muestra de oposición a la misma.

No se si la mayoría de la gente piensa que los sindicatos son entes abstractos que convocan huelgas para que las sigan los demás o que los sindicatos tienen tantos afiliados que son capaces de inmovilizar a todo un país por ellos mismos.

Particularmente creo que, al menos en España, todos esperamos que nuestros problemas nos los arregle el vecino. La mayoría estamos en contra de la reforma laboral, de las medidas del gobierno contra la crisis, de la nueva subida del recibo eléctrico, de los miles de asesores y altos cargos de la administración, de que el Alcalde de Sevilla se vaya a la final de copa en avión y mande a su chófer y escoltas en coche hasta Barcelona, etc, etc, pero esperamos que los demás sean los que hagan la huelga o salgan a protestar a la calle.

Y no digamos nuestros jóvenes acostumbrados a conseguir lo que quieren sin el menor esfuerzo. Pasan de política, del resto de la sociedad y de los problemas porque, éstos son de los demás y no de ellos. A ellos, mamá les tiene echa la cama, limpiado la habitación y preparada la comida cuando llegan a casa. Y siempre tienen 30 euros en el bolsillo para una hamburguesa, pizza o botellón.

El otro día, presencié una escena en una terraza de un comebasura de esos que me dejó atónito. Pasábamos nosotros por allí, cuando se levantan de una de las mesas cuatro personas. Éstas, habían dejado encima de la mesa todas sus bandejas y restos de comida. Sin tiempo para levantarse, llegan seis chavales con sus bandejas de comida basura repletas y sin limpiar lo que habían dejado los otros, se sientan y empiezan a arrinconar con las manos los restos de los otros hasta quedarse sin una de las mesas. Es decir seis chavales jóvenes incómodos y apretujados y todo por no levantarse a quitar los restos y echarlos en un cubo que no distaba ni 50 cm de la mesa. Era una actitud acorde con lo que suelen hacer en el resto de sus quehaceres diarios: la ley del mínimo esfuerzo. Cuando llegó una empleada y les quitó la mierda, entonces recuperaron la mesa y se pusieron más cómodos.

Como vengo diciendo desde hace algún tiempo, malos tiempos para la lírica. Si los jóvenes no están interesados por nada, no se quién luchará por sus derechos. Porque no siempre van a conseguir lo que quieren y porque, a partir de ahora, nada va a resultar fácil.

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Imagen: sacada de aquí