El sábado 10 de julio, mientras algunos sáquidas tomaban cervezas en Getafe y un servidor disfrutaba de unas vistas incomparables en los Montes de Toledo, miles de manifestantes respondían a la llamada en defensa del Estatut.
Dice mi amigo Joaquim, que la rancia derecha españolista está llevando a Cataluña hacia la independencia. Y no le falta parte de razón. Aunque no creo que sean los trileros de la política española quienes más estén empujando al separatismo Catalán. En Cataluña, existe una derecha más moderada que la de Madrid o Valencia, pero con el mismo sentido de posesión. La derecha catalana ha demostrado estar siempre del lado de la tripa. Allí dónde había algo que rascar, allí estaban los de Pujol para llevarse lo más posible a cambio del apoyo parlamentario. Si a esto le unimos que tienen el mismo apego al poder que la nacional, y que, aunque menos radical en lo que se queda entre los dedos pegado, también están para lo mismo. Y es que, a diferencia del partido trincofascista, los catalanes no arramplan con lo que pueden, sólo se conforman con un 4%. Pero no dejan por eso de ser menos trincosos.
Luego están claro los aldeanos de Ezquerra, los que dictaminan que ya no les vale el Estatut. Los que, a pesar de haber montado unos cuantos referendums fracasados por el mínima participación y por la victoria del “NO” en su mayoría, siguen pensando con el culo y en la Europa uninacional, pretenden ser el hoyo del donuts. Cuando se tiende a evitar todo tipo de nacionalismo carca, éstos siguen apostando por mirarse el ombligo en lugar de a la cara. Particularmente, me fastidia bastante que, los que recibieron gran apoyo del descontento ciudadano de la guerra entre los derechistas del P$%€ , los trincosos de la gaviota y los del 4%, hayan dilapidado ese apoyo por equivocar la procedencia del mismo y por equivocar el camino a recorrer con ese apoyo. Si el independentismo de Ezquerra está representado por Joan Laporta o por Carod-Rovira, está todo dicho.
Por su parte el PSC, equivoca también su estrategia. Intenta ser independentista dentro de un partido español, liberal y derechizado. Y si, como han demostrado las consultas llevadas a cabo por Ezquerra y los del 4%, el separatismo no es lo que más preocupa a los catalanes, intentar parecer lo que uno no es para arañar un puñado de votos, es una conducta que conduce al fracaso y al suicidio como partido dentro del P$%€.
Que el Tribunal Constitucional, con su tardanza en dictar sentencia, con el espectáculo montado de tiras y aflojas entre los distintos jueces representantes de los partidos políticos que les propusieron y con la chapuza de sentencia que pretendía dejar contento a todos y que no ha agradado a nadie ha abierto una brecha en Cataluña, es evidente. Si no, no habrían salido tanta gente a la calle. Pero luchar contra el resto del estado en lugar de luchar con él, es aún más equivocado y sobre todo pernicioso para el estado español. No debemos de olvidar que los rancios trincofascistas tienen más de diez millones de estúpidos detrás y que de esos, una gran mayoría se sienten españoles intolerantes con los otros sentimientos de patria.
Dice mi amigo Joaquim, que la rancia derecha españolista está llevando a Cataluña hacia la independencia. Y no le falta parte de razón. Aunque no creo que sean los trileros de la política española quienes más estén empujando al separatismo Catalán. En Cataluña, existe una derecha más moderada que la de Madrid o Valencia, pero con el mismo sentido de posesión. La derecha catalana ha demostrado estar siempre del lado de la tripa. Allí dónde había algo que rascar, allí estaban los de Pujol para llevarse lo más posible a cambio del apoyo parlamentario. Si a esto le unimos que tienen el mismo apego al poder que la nacional, y que, aunque menos radical en lo que se queda entre los dedos pegado, también están para lo mismo. Y es que, a diferencia del partido trincofascista, los catalanes no arramplan con lo que pueden, sólo se conforman con un 4%. Pero no dejan por eso de ser menos trincosos.
Luego están claro los aldeanos de Ezquerra, los que dictaminan que ya no les vale el Estatut. Los que, a pesar de haber montado unos cuantos referendums fracasados por el mínima participación y por la victoria del “NO” en su mayoría, siguen pensando con el culo y en la Europa uninacional, pretenden ser el hoyo del donuts. Cuando se tiende a evitar todo tipo de nacionalismo carca, éstos siguen apostando por mirarse el ombligo en lugar de a la cara. Particularmente, me fastidia bastante que, los que recibieron gran apoyo del descontento ciudadano de la guerra entre los derechistas del P$%€ , los trincosos de la gaviota y los del 4%, hayan dilapidado ese apoyo por equivocar la procedencia del mismo y por equivocar el camino a recorrer con ese apoyo. Si el independentismo de Ezquerra está representado por Joan Laporta o por Carod-Rovira, está todo dicho.
Por su parte el PSC, equivoca también su estrategia. Intenta ser independentista dentro de un partido español, liberal y derechizado. Y si, como han demostrado las consultas llevadas a cabo por Ezquerra y los del 4%, el separatismo no es lo que más preocupa a los catalanes, intentar parecer lo que uno no es para arañar un puñado de votos, es una conducta que conduce al fracaso y al suicidio como partido dentro del P$%€.
Que el Tribunal Constitucional, con su tardanza en dictar sentencia, con el espectáculo montado de tiras y aflojas entre los distintos jueces representantes de los partidos políticos que les propusieron y con la chapuza de sentencia que pretendía dejar contento a todos y que no ha agradado a nadie ha abierto una brecha en Cataluña, es evidente. Si no, no habrían salido tanta gente a la calle. Pero luchar contra el resto del estado en lugar de luchar con él, es aún más equivocado y sobre todo pernicioso para el estado español. No debemos de olvidar que los rancios trincofascistas tienen más de diez millones de estúpidos detrás y que de esos, una gran mayoría se sienten españoles intolerantes con los otros sentimientos de patria.
Post-Data:
Hoy se inaugura en Burgos el Museo de la Evolución humana. Sólo espero que su misión sea algo más moderna y más vistosa que el horroroso edificio que le alberga y que, a pesar de los gobernantes burgaleses, sea el motor de modernización de la vetusta y apolillada sociedad burgalesa.
Imagen: Museo de la Evolución Humana (Burgos)
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