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“Mal de muchos ….” Es la última soflama de la Rancia contra los trabajadores del Metro. Dándole la vuelta a lo que se le acusa a ella (gastarse más de tres millones por cada DIA de huelga, mientras que el respeto del convenio colectivo, suponen 100 millones en total), dice por boca de su Consejero de Transportes, que no entiende como los trabajadores pueden soportar un descuento de cien euros DIARIOS cuando el coste económico de la rebaja es de 20 euros mes. Además acusa a éstos de insolidarios con el resto de los trabajadores públicos.
Que alguien que se dedica a despilfarrar el dinero público hable de solidaridad es como cuando Rouco habla de castidad o como cuando una ninfómana habla de mantener la virginidad. La Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, desgobernados por el partido trincofascista se dedican constantemente a financiar sus soflamas de eterna campaña electoral con el dinero público. Que el departamento que debería barrer Madrid se llame “Madrid Limpio” es, además de grosero, un insulto para todos los madrileños. Que el slogan de la Comunidad sea “Madrid la suma de todos” cuando no sólo no se cuenta con nadie sino que además sólo pagan los de siempre, es obsceno y tendencioso. Que se les quite la ruta escolar a cientos de niños de barrios olvidados por el Ayuntamiento y la Comunidad para ahorrarse 1.500.000,00 € mientras se gastan 2.000.000,00 en publicidad sin sentido sobre los colegios bilingües, es asqueroso, obsceno y propio de alguien de la calaña de La Rancia. Hablar de solidaridad presupuestaria cuando se han gastado dos millones de euros en actos (s)untuosos de una primera piedra de una ciudad de la justicia imposible, es para alquilarles una celda en Yeserías y tirar la llave a uno de sus estercoleros. Publicitar el único agua que hay en Madrid para invertir sus ganancias en Triples Aes, Meroaguas y otras zarandajas de opacas compañías dispuestas a todo con tal de llenar el bolsillo de los amigos, es vomitivo, mafioso y falto de todo escrúpulo.
Los trabajadores del Metro lo tienen todo en su contra para ganar esta batalla. Los gacetilleros periodísticos (radio, TV y prensa escrita) que defienden las voces de sus amos económicos han estado en su contra desde el primer momento. Los insolidarios trabajadores a quienes no les importa dormir dos o tres horas menos tocando vuvucelas y pasándose en la bebida para celebrar la victoria del júrgol, pero si tener que madrugar una hora más para llegar al trabajo a tiempo para ser solidarios con quién está luchando por unos derechos que ya hemos perdido. Y, sobre todo, un empresario “La Rancia” a quién sólo le importa someter a estos díscolos trabajadores, porque ella es la que manda y hay que dejarlo claro a cualquier precio.
No se puede ganar un partido si el público y el árbitro están en tu contra y además el contrario hace trampas. Y de trampas La Rancia es doctora triple master.
Que alguien que se dedica a despilfarrar el dinero público hable de solidaridad es como cuando Rouco habla de castidad o como cuando una ninfómana habla de mantener la virginidad. La Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, desgobernados por el partido trincofascista se dedican constantemente a financiar sus soflamas de eterna campaña electoral con el dinero público. Que el departamento que debería barrer Madrid se llame “Madrid Limpio” es, además de grosero, un insulto para todos los madrileños. Que el slogan de la Comunidad sea “Madrid la suma de todos” cuando no sólo no se cuenta con nadie sino que además sólo pagan los de siempre, es obsceno y tendencioso. Que se les quite la ruta escolar a cientos de niños de barrios olvidados por el Ayuntamiento y la Comunidad para ahorrarse 1.500.000,00 € mientras se gastan 2.000.000,00 en publicidad sin sentido sobre los colegios bilingües, es asqueroso, obsceno y propio de alguien de la calaña de La Rancia. Hablar de solidaridad presupuestaria cuando se han gastado dos millones de euros en actos (s)untuosos de una primera piedra de una ciudad de la justicia imposible, es para alquilarles una celda en Yeserías y tirar la llave a uno de sus estercoleros. Publicitar el único agua que hay en Madrid para invertir sus ganancias en Triples Aes, Meroaguas y otras zarandajas de opacas compañías dispuestas a todo con tal de llenar el bolsillo de los amigos, es vomitivo, mafioso y falto de todo escrúpulo.
Los trabajadores del Metro lo tienen todo en su contra para ganar esta batalla. Los gacetilleros periodísticos (radio, TV y prensa escrita) que defienden las voces de sus amos económicos han estado en su contra desde el primer momento. Los insolidarios trabajadores a quienes no les importa dormir dos o tres horas menos tocando vuvucelas y pasándose en la bebida para celebrar la victoria del júrgol, pero si tener que madrugar una hora más para llegar al trabajo a tiempo para ser solidarios con quién está luchando por unos derechos que ya hemos perdido. Y, sobre todo, un empresario “La Rancia” a quién sólo le importa someter a estos díscolos trabajadores, porque ella es la que manda y hay que dejarlo claro a cualquier precio.
No se puede ganar un partido si el público y el árbitro están en tu contra y además el contrario hace trampas. Y de trampas La Rancia es doctora triple master.
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