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El Ministro de Fomento ha pasado de ser “Pepiño” a D. José Blanco a base de declaraciones populistas y chabacanas. Poco a poco se ha ido metiendo a esos españoles de “Salsa Rosa” y “La Roja” en sus bolsillos. Cuan quijote cabalgando por los lares ministeriales emprendió una lucha sin cuartel contra los “privilegiados” controladores aéreos. Les rebajó salario a base de quitarles horas extraordinarias. Horas, que contraviniendo la normativa para este tipo de trabajos, AENA contrataba sin ningún pudor. Pepino, cambió la normativa para que parte de estas horas entraran dentro de la jornada laboral. Y el pueblo vio que Pepiño era puro y le llamó Don José.
No voy a entrar en si los controladores están de huelga encubierta o no. Pero si lo voy a hacer en la actitud del Ministro en llevar el caso a la Fiscalía. Si un controlador está de baja será porque su médico lo ha considerado necesario y justificado. Porque a nadie le dan la baja si el médico no lo considera oportuno. Quizá, al igual que sucede en Correos, dónde hay médicos exiliados a provincias lejanas por negarse a dar de alta a enfermos de cáncer, recién operados o con huesos rotos, las empresas y organismos satélites de este Ministerio, en lugar de preocuparse por las causas del excesivo ausentismo laboral, se preocupan de coartar al trabajador llamándole a capítulo para que se presente en los servicios médicos de su trabajo a fin de que un médico sin preparación (licenciados en Medicina que no han visto un paciente desde su MIR, y en algunos casos hace ya algunas décadas de eso) revalide o no la decisión del médico de la Seguridad Social sobre un problema de salud del trabajador. Si la decisión del médico de la Seguridad Social, al que también se le presiona para que procure dar las menores bajas posibles, ya no vale para nada, quizá estemos ante otra forma de presión bastante más preocupante. ¿A la pérdida de derechos laborales, están intentando que tengamos que trabajar enfermos?
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