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Lo tenía todo a su favor y la volvió a cagar. Ayer, el patriota de hojalata volvió a demostrar no estar a la altura de las circunstancias. Volvió a ser el aburrido, anodino y miserable hombrecillo. Como registrador será un hacha, pero si algún día llega a la Moncloa (que San Miguel (el de la cerveza) no lo quiera) será uno de los peores males trincofascistas. Los voceros mediáticos han calificado el palabrario de solicitar elecciones anticipadas como el gran cambio del Registrador, sin pararse a analizar que ahora ha dado ese paso porque no tiene ya nada que perder, al haberle hecho el trabajo sucio el Sinsal del Talante.
Por su parte, este último, expuso ayer toda la bazofia política que ha sido capaz de imponernos. Ayer nos enteramos que lo de jubilarnos dos años más tarde es un hecho y no una proposición, ya que figura entre las medidas que la inútil de la Salgado envió a Bruselas como tabla de salvación. Pero lo que más me llamó la atención son las palabras del Sinsal dirigidas a sus más incondicionales seguidores “seguiré por este camino cueste lo que cueste y cueste lo que me cueste”. Esto que parece un intento de acercarse a posiciones más socialistas, no es más que una bofetada en toda la cara al patriota de hojalata y un intento de justificación del maltrato al que nos está sometiendo. Es aquello que los machistas que pegan a sus mujeres les dicen a éstas: “es por tu bien y me duele más a mí que a ti”. Porque sigue queriendo justificar lo injustificable. Sigue diciendo que la bajada de salarios de los funcionarios es consecuencia de no querer meterle la tijera a los gastos sociales, mientras que su Ministro de Trabajo y la incansable pelota de Hacienda dicen que no se puede subvencionar eternamente a los parados, mientras se finiquitan las ayudas a la maternidad, se le prende fuego a la desgravación por compra de vivienda o se dinamita la parte económica de la ley de dependencia. Se sigue justificando que la elevación de la edad de jubilación y la subida de años de cotización es para no dejarnos sin pensiones, mientras que esto último es consecuencia de un plan para rebajar las pensiones y elevar la edad es un gesto a los incansables metedores de pata del FMI y del Banco Mundial.El Sinsal pasó por alto toda la reforma laboral pensando así que quizá se les pase el disgusto a los Sindicatos y desconvoquen la huelga General del 29 de Septiembre.
Mister 4% habló para su inculto electorado catalán, acusando al gobierno de ser el responsable de la sentencia del Constitucional. Ya no quieren pactar con el Sinsal porque eso les restaría votos en Cataluña y no sacarían nada a cambio. Su objetivo principal es volver al gobierno catalán que les vuelva a proporcionar el sustancioso peaje. El Sinsal, intentando reconciliarse y cerrar la tremenda herida electoral que le ha provocado el TC y el Tripartito, les sigue el juego porque para el P$%€ es mejor perder la Generalitat que el Gobierno de España. Pero no se dan cuenta que una cosa está unida a la otra. Si tan malo es el Gobierno del Sinsal para ellos, ¿por qué no apoyan la moción de censura de los trincofascistas? Quizá sea porque los del 4% sólo pactan cuando pueden sacar tajada y prefieren un “tonto” que siga sus políticas al pie de la letra que otro “tonto y estúpido” que, aunque haga la misma política, cambie las reglas de juego entre el nacionalismo catalán y el nacionalismo español.
En fin, que ayer pudimos ver de nuevo una jaula de autistas, con rifirrafes menores sobre las personas y sin ningún atisbo de querer cambiar las cosas (porque para ellos la crisis es algo del extrarradio), salvo en alguna honrosa excepción como la del siempre incisivo y cercano Gaspar Llamazares.
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