viernes, 16 de julio de 2010

Valdorrock: cultura, tolerancia y buen rato

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A mi no me gusta Madrid. Madrid es el prototipo de muchas de las cosas que no me gustan de esta sociedad aborregada. Madrid es conformismo, individualidad y egoísmo, corrupción, políticos insensibles que están para servirse en lugar de servir a quiénes dicen representar. En Madrid, si te da un mareo por la calle, lo más probable es que todo el mundo pase de ti y se aparte. Madrid ya no es nada de lo que fue. La cultura fue muriendo al mismo paso que crecía el neoliberalismo fascistoide. Madrid fue muriendo mientras crecían las malas hierbas de un germen Rancio y Gallardonil abonado por las heces de una gaviota carroñera. Madrid también es calle, muchedumbre, bullicio y juerga. Terrazas de verano y paseos al sofocante calor de una tarde de verano. Pero Madrid agoniza.

Todo esto viene a cuento porque creo que hay otra forma de vida. Otro tipo de comportamiento más cercano y humano, dónde la cultura es el pueblo y el pueblo es la propia cultura. No hace muchos años, Madrid era un escenario variopinto donde convivían desde los pijos de Lacoste y rolex hasta los punkis encabezados por Ramonc1n, pasando por modernos, heavis, rockers, ye-yes, B-boys o Glams. El aborregamiento de una sociedad que en la que todo el mundo se creía clase media nos fue uniformando poco a poco. Se cerraron todo tipo de salas de conciertos porque eran el germen del inconformismo con la excusa del ruido y las molestias vecinales.

Como todo, lo que en Madrid era ya viejo en los noventa, empezaba a ser novedad en provincias. Por aquellos años, un joven (antiguo simpatizante del PST) llegó a la alcaldía de mi pueblo. Con él nació un proyecto cultural que pretendía afianzar a la gente que en verano volvíamos a nuestros orígenes. El proyecto no era gran cosa y el coste económico era escaso aunque no así el de horas de trabajo. Todo se suplía con el gran esfuerzo de uno (el alcalde) y la pequeña ayuda que los demás le prestábamos. De aquel proyecto nació un festival heavy impulsado por dos jóvenes de la localidad que quisieron promover su gusto musical. Del verano cultural hoy ya no queda nada salvo este festival que se ha convertido en referencia nacional de este tipo de música. Por allí han pasado grupos como Mirada de Angel, Tierra Santa, Saratoga, Sherpa, Centinela, Ars Amandi, Zente, Lujuria, Leize, Obús o Barón Rojo.

Desde aquí quiero dar un pequeño homenaje a Laura y Medrano que con su esfuerzo consiguen atraer a una multitud de gente a mi pueblo, que hacen posible la libertad y la tolerancia y que hacen posible que año, tras año, y por unos días, mi pueblo sea el centro de referencia del movimiento heavy.

http://www.valdorros.es/valdorrock/es/burgos/

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