lunes, 18 de octubre de 2010

CNT: Cien años de lucha

El día 1 de noviembre, se cumplirán cien años de un sindicato “distinto”, batallador y ejemplar llamado CNT. Un sindicalismo que basa sus decisiones (buenas, regulares o malas) en un sistema asambleario dónde los trabajadores, hablan y deciden por si mismos. Un sindicalismo “peligroso” porque no recibe subvenciones, sino que malvive de las cuotas de sus afiliados. Un sindicalismo expoliado por la ley 4/1986, de 8 de enero, de cesión de bienes del Patrimonio Sindical acumulado, dónde, sobre todo, UGT y CCOO se repartieron el patrimonio que pertenecía a la CNT por derecho propio e histórico.

La CNT, llevaba el San Benito, de peligrosa desde que en este país el enano eunuco, asesino y genocida asaltó el gobierno de la nación con el golpe de estado del 36. A la CNT se le colgaron más asesinatos y quema de conventos e iglesias que al resto de integrantes defensores de la república.

Ya en el posfranquismo, la CNT fue capaz de aglutinar en un mitin a 300.000 personas (y no son estimaciones) el 2 de julio de 1977 en Montjuic, lo que le convertía en un peligroso foro frente a la pacífica transición que ni fue transición ni pacífica (que se lo pregunten a los abogados laboralistas de Atocha y a todos los que alguna vez fuimos agredidos por los del yugo y las flechas). Para evitar ese "mal" , la policía infiltró a una serie de “elementos” que, al acabar la manifestación en contra de los Pactos de la Moncloa del 15 de Enero de 1978, se dedicaron a arrojar cócteles Molotov contra la cafetería Scala cuya facha era de piedra. Pero misteriosamente, la cafetería y todo el dificio acabó derrumbándose pasto de las llamas. Por supuesto que la prensa de entonces y la policía, difundieron el bulo del acto terrorista a manos de la CNT. Eso, y una campaña adecuada en los medios de comunicación y la única televisión de entonces, dónde se asemejaba a la CNT con el GRAPO o con ETA, acabó defenestrando a este sindicato, que sin afiliados y simpatizantes fueron acorralados hasta el ostracismo.

No soy afiliado a la CNT, entre otras cosas, porque aunque mis amigos Pedro y Popeye digan lo contrario, no existe esa organización sindical en mi empresa. Y hasta tal punto llega la negación por parte de la empresa de la CNT, que el acceso a Internet de la página principal de CNT o de todo lo que lleve ese nombre en el enlace está “capado” (y sólo lo están, por poner un ejemplo, las páginas porno y el “Extraconfidencial” por sus artículos contrarios a la dirección de correos).

Sirva este pobre artículo como homenaje a esta gente que, cuanto más conozco, mejor me caen. Homenaje a una gente luchadora donde las haya. Sinceras como nadie y que representan muchos de los valores que hago míos. La lucha contra la opresión, la libertad, la democracia asamblearia, la igualdad mujer-hombre y la consecución de mejoras laborales son, entre otros, valores que no están de moda y que esta gente defiende como nadie. Sólo les falta “votar” para empezar a ser perfectos.
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Imagen: Mitin de la CNT en Montjuic el 2 de julio de 1977
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