miércoles, 6 de octubre de 2010

De Chaves, etarras e hijoputas en la sombra

Ayer, el Ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, reconocía ante la prensa, que, no hay ni una sola prueba que certifique que las declaraciones de los etarras Javier Atristain Gorosabel y Juan Carlos Besance Zugasti sobre su “adiestramiento” en Venezuela, sea cierto.
Supongamos que lo que declaran los etarras sea cierto. Si han declarado que ellos no han participado en ningún asesinato, ¿Qué tipo de adiestramiento recibieron en Venezuela: Político, armamentístico o formación para el asesinato? Y si han sido adiestrados para matar, ¿Cómo es que no reconocen ningún asesinato?

Yo no se, ni tengo medios para saber si Chaves entrena etarras en suelo Venezolano. Tampoco se si el etarra Cubillas, actual jefe de Seguridad del Ministerio de Agricultura y Tierras venezolano, entrena a sus excompatriotas y camaradas asesinos sin que Hugo Chaves lo sepa.
Supongamos ahora que un ciudadano español, secretario de estado de defensa, de origen Irlandés, fuera acusado en Irlanda de entrenar grupos del IRA. ¿El gobierno español entregaría al de Irlanda a este ciudadano porque dos criminales le acusaran de haberlos entrenado en España, sin haber ni una sola prueba que justifique las declaraciones?


Hugo Chavez es un grano gordo en el culo del poder liberofascista en la sombra. Es un grano gordo en el culo del Partido Patrincar desde que acusó (con pruebas) de que el Insufrible estaba detrás del intento de golpe de estado del año 2002. Y Chaves se ha convertido en un problema, después de volver a ganar democráticamente unas elecciones en las que grupos españoles de presión han invertido mucho dinero para que las perdiera.


No me gusta el populismo de Chaves, aunque tengo que reconocer que la sanidad y la educación en Venezuela han mejorado notablemente, aunque tal vez a costa de otros derechos como el de expresión o de libertad de movimientos. Pero desde luego me gustan mucho menos todos los Ariza de turno, los que, a base de dinero intentan influir en los estados para ganar dinero con el petróleo o las riquezas naturales y que, cuando no consiguen influir porque el gobierno no se deja, intentan acabar con él por el medio que sea.


Si Venezuela acoge a etarras, el gobierno deberá negociar con Chaves y hacerle ver que no es bueno ni para España, ni para él. Pero lo que tampoco puede hacer es liarse la manta a la cabeza y formar un conflicto internacional basado únicamente en la confesión de dos hijosdeputa y en la presión de quién está interesado en que Chaves desaparezca por todos los medios.
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Imagen: FORGES
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