martes, 5 de octubre de 2010

Un santo varón

Parece que, a los despendedores españoles, una vez realizado el trabajo sucio, les molesta que el empresario número uno, sea su presidente. De nada sirven ya los méritos con los que este individuo cuenta: haber dejado en la calle a más de 20.000 personas en el último año, tener varias demandas por estafa o servirse de la mentira para intentar mitigar el efecto de la huelga general.También parece que, una vez finiquitada su última empresa (TRAPSA), ya no tiene nada que enseñar a sus colegas especuladores y por eso han decido desprenderse de él.

Dice el presidente de los tratantes madrileños que en su bagaje está la modernización de la CEOE. Yo que soy lerdo de por si, no llego a entender a que tipo de modernización se refiere. No se si esa modernización ha consistido en enseñar a los suyos como llevarse la pasta y correr, o por el contrario se refieren a como sentarse en una mesa de negociación y aguantar días y días para no negociar. Aunque bien pensado, a lo peor se refiere el despendedor madrileño, a sus méritos en coartar la libertad sindical o en acabar con los derechos de los trabajadores.

Este individuo, que debiera ser proclamado santo por los suyos, ha conseguido que el veleta Zapatero aprobara una indemnización por despido con carácter retroactivo (lo que expresamente prohíbe la constitución), cuando él sólo lo reclamaba para los nuevos contratos. Este individuo ha conseguido también que, de esos veinte días, sus colegas solo tengan que pagar ocho, porque los otros doce lo pagará el FOGASA (Fondo de Garantía Salarial), o sea, todos los trabajadores. Ha conseguido rebajar la cuota que deben aportar a las arcas de la seguridad social, que sus colegas (porque él ya no tiene empresas), puedan deshacerse de los incómodos mediante el despido camuflado y que todo aquel que quiera dejar en la puta calle a sus trabajadores, pueda hacerlo con sólo maquillar un poquito las cuenta y prever la posibilidad de pérdidas. En definitiva, que a este santo santorum del tratantismo español, le acaban de dar la patada como agradecimiento a sus méritos y a una dedicación extrema a sus compañeros. Por otra parte lo mismo que suelen hacer estos señores con sus trabajadores.

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imagen: orons

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