
Decían por la mañana los medios de comunicación en su fervor nacionalista que, ha sido un desfile recatado como mandan los cánones en tiempos de crísis. Comentaban que, este año, han desfilado 800 efectivos menos y que las tropas venían de los alrededorea de Madrid para no pagar dietas. A mi, que el nacionalismo me parece cosa de exaltados ( y si es español, me da miedo) y que cualquier acto militar me da repelús, creo que, habiendo personas impedidas, ancianos solitarios y chavales estudiando en barracones, sobraba cualquier gasto de esta naturaleza. Porque no se ha producido ningún ahorro. Todo lo que se ha gastado ha sido de más. Una cincuentena de aviones que han estado quince días sobrevolando Madrid para "ensayar" sus vuelos sobre la Castellana (gasto en combustible y contaminación acústica y medioambiental), ciento cincuenta y tres vehículos (a gasolina) contaminando y gastando dinero del contribuyente y tres mil militares cobrando media dieta y en el caso del tercio de la legión una semanita de dietas a cargo de los impuestos.
Por último los abucheos a Zapatero, muchos de ellos desde la tribuna de invitados. Resulta que para estos energúmenos, la patria, los caídos y la bandera son lo más importante del mundo. Sin embargo, todos estos preceptos, se vienen abajo cuando se trata de insultar y abuchear al Presidente elegido en la urnas. Todo vale para estos estúpidos si se trata de que el indolente registrador llegue a la Moncloa. Decía el Ministerio de Defensa que todo había sido orquestado a través de internet y de móviles. No le daba más importancia hasta que he caído que los trincofascistas podrían estar detrás de la campaña.
Parece que la semilla del eunuco genocida, cada día tiene mas tontos de los cojones dónde arraigarse. Menos mal que, todavía, no se han dado cuenta que los que desfilaban hoy, eran en su mayoría ecuatorianos, bolivianos, peruanos e hispanoamericanos españoles.