martes, 18 de enero de 2011

Las mentiras del gasto autonómico

Decíamos ayer que gracias al “mantra” del Partido Patrincar sobre el estado autonómico, los partidarios del mismo habían descendido en un 10% en apenas cinco años.

El discurso de abogar por una destrucción progresiva del estado autonómico a favor de una nueva centralización, es muy peligrosos y sobre todo más caro y menos operativo para el ciudadano. Por poner un ejemplo, no ha mucho que cualquier enfermo cuya enfermedad fuera declarada grave, rara o peligrosa, debía ser trasladado a hospitales de Madrid desde cualquier parte de Castilla y León o de Castilla-La Mancha. De tener consultas en pueblos de 200 habitantes ni hablamos. Hoy en día, gracias a la descentralización producida por las autonomías, la sanidad llega a casi cualquier sitio y España es un estado dónde en casi cualquier hospital provincial se puede realizar un trasplante. El mantra tantas veces repetido por los del Partido Patrincar (y parece que recogido el guante por el P$%€) de que la administración central solapa la autonómica es una falacia más. Porque, y seguimos con el ejemplo, la sanidad está transferida a todas y cada una de las Comunidades Autónomas. Entonces, se preguntarán ustedes que hacen los funcionarios del Ministerio de Sanidad. La respuesta es muy fácil. Sólo hay funcionarios del Ministerio de Sanidad en el propio Ministerio y se ocupan del papeleo (burocracia) que surge de la coordinadición entre comunidades. No hay funcionarios del Ministerio de Sanidad en Burgos, ni mucho menos funcionarios que, desde el Ministerio en Burgos, hagan lo mismo que el Sacyl. Los funcionarios que prestan tareas sanitarias burocráticas en Burgos, Salamanca o Zamora pertenecen al Sacyl lo mismo que los que lo hacen en Madrid, pertenecen a la Conserjería de Salud de la CAM. Por tanto, por ahí poco dinero se puede ahorrar.

Como ya dije ayer, la mayor parte del gasto autonómico es derrochado por los políticos en viajes, subvenciones a “colegas”, salarios de Consejeros y asesores y contratos de trabajos y/o suministros que cuestan diez veces más que lo que costaría el mismo a un particular.
Lo peor de todo es que el tonto de los cojones de bar de cacahuetes y fin de semana de jurgol y televisión, ese que defrauda a hacienda si puede y que se queja por todo, cree que eso que cuentan los trincosos es cierto (bueno más bien, los trincosos cuentan lo que quieren oír estos almas de cántaro).

Pero el mensaje va calando y hoy, el gobierno, que en esto como en casi todo, va a remolque de lo que sugiere el Partido Patrincar ya ha recogido el guante y propone reducir el gasto que se duplica. Dicen que 45.000.000.000,00 de euros, que si fueran valientes explicarían de dónde salen esos cálculos (a no ser claro que alguien se lo lleve muerto). A Zapatero alguien debiera decirle que no existe el gasto solapado. Que lo único que se solapan son los asesores que los Ministerios tienen y los que tienen las CC.AA. Esos que nadie sabe lo que hacen pero que se llevan un pastizal al mes.

Aunque, en todo esto, la peor cara la pone el siempre y cada día más estúpido Mister 4%. Ese que ya no sabe qué hacer para llegar a ser presidente de un gobierno de unidad nacional, aragonés de nacimiento y catalán de adopción. Un fascista liberal que es un peligro para los propios catalanes y para los del resto del Estado. El tal Durán propone sin siquiera ruborizarse que las autonomías desaparezcan, eso sí, sin tocar el estado actual de la autonomía catalana (de dónde van a sacar entonces eso que todo Cataluña sabe y llaman 4%). Dice que las Comunidades históricas son otra cosa y que por tanto deben de respetarse. Aquí, podría acudir al discurso más rancio diciendo que Castilla tiene mucho más historia y ha contribuido históricamente mucho más que Cataluña a la nación española. Pero no lo voy a hacer porque ni es mi discurso, ni el resto de catalanes se merecen ser insultados por las mamarrachadas fascistoides de este tipejo. Éste, que al igual que los del trinque nacional, son siempre partidarios de que los platos rotos los paguen los pobres, porque ellos están para crear riqueza (para los suyos), para defraudar si se puede o para llevarse el 4% de las obras y contratos públicos.

Si quieren acabar con el excesivo gasto del estado, primero que despidan a todos los asesores que cuestan una pasta y que sean sustituidos por funcionarios de carrera que para eso están. Que vayan contra quién defrauda a las arcas del estado evadiendo impuestos y pagándolos en otros países. Que cambien el formato de la declaración de la renta para que la base imponible sea el resultado de la diferencia entre los ingresos y los gastos y que éstos tengan que ser justificados TODOS documentalmente (mediante factura). Que eliminen los módulos a los autónomos en el tema del IVA. Esos módulos favorecen las facturas sin IVA y el dinero negro. Que promulguen una nueva ley impositiva en la que los impuestos directos, prevalezcan sobre los indirectos y que los primeros sean directamente proporcionales a los que más tienen. Que se acaben con todo tipo de subvenciones a fundaciones y falsas ONG, así como a asociaciones políticas y similares.

No es cierto que existan administraciones solapadas. Es más, muchos de los ayuntamientos están soportando servicios que no son cubiertos por las Comunidades Autónomas. Y siempre hay que tener claro que no es lo mismo cobrar impuestos, que prestar servicios al ciudadano.