martes, 15 de marzo de 2011

A mandar, que p'a eso estamos...


Con la tragedia ocurrida en Japón, ha quedado en segundo plano unas declaraciones de Zapatero, producidas el viernes pasado en las que decía eso de “debemos centrarnos principalmente en eliminar las rigideces de las economías de las economías domésticas. Esto implica prestar atención al mercado laboral, alineando salarios y productividad, e incrementando la empleabilidad y la formación de nuestra fuerza laboral” que como se ve es una frase eufemística y que en realidad quiere decir que “debemos bajarnos los pantalones ante la Merkel para que acepte poner más dinero en la bolsa común que sirva para salvar a los bancos y para ello, los trabajadores, mientras haya crisis, deberán bajarse los salarios y una vez que la crisis haya pasado y las empresas ganen dinero a espuertas, volver al sistema de revisión salarial mediante el IPC que estará entorno al 2%. Haremos lo posible por formar a nuestros camareros para que sirvan correctamente al resto de Europa y así intentar bajar las cifras del paro que están matando mi popularidad”.

Por si no quedaba clara la cosa, el Sinsal cuyo liberalismo mató a la estrella del talante, ha convocado para el día después del cenáculo del Consejo Europeo que se celebrará los días 24 y 25 de marzo y en el que está previsto que se apruebe el llamado pacto del Euro, una reunión con los empresarios más poderosos de España (se supone que para comunicarles la decisión que ha tomado la Merkel, con respecto a los salarios). A esta reunión no están invitados ni los sindicatos, ni los trabajadores que somos los convidados de piedra y quiénes sufriremos en nuestras carnes las condiciones de la hijaputa.

Europa ha pasado de ser la madre de todos, el viejo continente modelo a seguir por todos aquellos países que querían ser modernos (democracia, derechos sociales, justicia, justicia social, solidaridad, etc.) frente a la vorágine del imperio que proclamaba la injusticia, la invasión como medio para conseguir lo que quería, el terrorismo de estado y sobre todo la plutocracia como leitmotiv, para convertirse en un fariseo seguidor del imperio que mira desde la barrera y con preocupación los conflictos del norte de África. Con preocupación no por lo que los tiranos le están haciendo a sus súbditos, sino porque estos semiconflictos están provocando una subida del petróleo y un serio riesgo de falta de suministro.

Europa, nunca estuvo más lejos de ser una unión. Sarkozy se desliga inmediatamente del resto de socios para reconocer como gobierno a los rebeldes libios y le siguen inmediatamente los hijos de la Gran Bretaña, que siempre han sido muy suyos y nada europeos. (Hay quién dice que lo de Libia es un complot para que las petroleras norteamericanas se hagan con el petróleo Libio que hasta ahora, suministran las de China y Europa (pero no las del RU.). Recomiendo el artículo de Nazanín Amirian).

En fin, que Europa se ha convertido en una fiel seguidora más del liberofascismo que está atacando al mundo (como pasó antes de la primera y de la segunda guerra mundial) y España, como limpiabotas de Europa, en la mascota que aguanta todas las putadas de los hijos del amo sin rechistar. Eso sí, todo por nuestro bien, por nuestro futuro y en nombre del nuevo dios mercado.