viernes, 8 de abril de 2011

Rescatar a bancos y especuladores (crisinos)

DRALE:rescatar.

(Del lat. *recaptāre, recoger).

1. tr. Recobrar por precio o por fuerza lo que el enemigo ha cogido, y, por ext., cualquier cosa que pasó a mano ajena.

Lo que para Portugal llaman rescate (lo mismo que para Grecia o Irlanda) no es otra cosa que el timo del tocomocho a gran escala. Portugal ha pedido un fondo económico a la UE de 75.000.000.000,00 €. ¿Para qué? Pues si atendemos a la palabra rescate debería ser para que por la fuerza (la del dinero pedido) la gente pudiera volver a gastar dinero, comprar viandas, ir al cine, para que el gobierno pudiera construir hospitales, carreteras, escuelas… Todas esas cosas que un país en bancarrota necesita y que sus amigos (y en este caso socios) le ayudan a través de préstamos a bajo interés o sin interés para su reconstrucción.

Pero he aquí que Portugal no está en bancarrota, como tampoco lo estaban Grecia ni Irlanda. Por tanto, ¿para qué quiere el dinero Portugal? Pues básicamente para que los causantes de su situación, es decir, para que todos aquellos que han estado especulando con la deuda portuguesa (bancos y crisinos) y que la han comprado a intereses como el 10%, ahora no se queden sin cobrar esos intereses y sin poder recuperar el capital invertido.

Para que quede claro del todo, pongamos un ejemplo. Imaginemos que Portugal es una persona. Que esa persona quiere montar una pizzería. Para ello, pide un préstamo. Una vez montado el negocio, Botín que es un vecino suyo con muy mala baba y que es prestamista, empieza a rumorear que sanidad le va a cerrar el negocio porque han encontrado ratas en el local. La gente deja de acudir al negocio y Portugal tiene que pedir otro préstamo para pagar los intereses del primero. Como nadie le da el préstamo, acude a Botín quién se lo deja al 5%. Pero Botín sigue extendiendo el rumor. Ahora dice que Portugal está enfermo y que transmite su enfermedad en las pizzas. Ya casi nadie entra en el negocio. Portugal acude nuevamente a Botín para que le de otro préstamo que pague los intereses del primero y segundo préstamos. Pero Botín le dice que ahora, si quiere el dinero, será al 15%. Portugal acepta. Botín sigue extendiendo otro rumor. Ahora el local va a ser declarado en ruina. Portugal tiene que acudir a todos sus familiares a pedirles dinero. Pero ese dinero no es para salvar el negocio, sino para pagarle los intereses y la deuda a Botín. Para ello, los familiares de Portugal tendrán que dejar de salir, rebajar el dinero que gastan en comida, apagar la calefacción, ir a la beneficencia a por alimentos y ropa y todo, para que Botín no deje de recibir el dinero al finalizar los plazos impuestos.

Alguien podrá decir que Portugal debería haber cerrado la pizzería en el primer instante, o mejor, no haberla puesto si no tenía el dinero para ello. Pero resulta que Portugal tenía que comer, pagar la luz, el teléfono y la calefacción. Si además un banco le metió el crédito por los ojos, y si además Botín está extendiendo rumores que rozan lo ilegal y que son moralmente reprochables, ¿no sería mejor que Portugal siguiera con su negocio y que Botín cobrara cuando el negocio diera para ello? Seguiría Botín creando rumores sobre Portugal si supiera que su cobro depende del negocio de las pizzas y no de los familiares de Portugal. Si los familiares se rebelan, seguirá Botín con los rumores con el peligro de que eso le suponga no cobrar nunca la deuda?

Yo creo que los familiares de Portugal, o de España, o de Grecia, o de Irlanda, deberíamos rebelarnos y mandar un recadito a los Botines del mundo. Para ello, no hay mejor cosa que acabar con nuestros enemigos (los políticos actuales) y amigos de los Botines. Porque la familia siempre entiende los recaditos.